Por caso de hospitales:
En una primera declaración brindada a los medios de prensa, el presidente del Consejo Regional de Decanos de Colegios Profesionales de la Sub Región Pacífico de Ancash, CONREDE, ingeniero Guillermo Gil Albarrán, ha expresado que este importante gremio profesional está muy preocupado por la situación de incertidumbre en la que se encuentra la obra de construcción del Hospital El Progreso.
Y no es para menos. Dentro de exactamente cuarenta días se van a cumplir dos años desde que se inició la construcción de este nosocomio y, a pesar de haberse licitado en dos oportunidades, habiéndose otorgado en ambos casos un adelanto que se calcula en 50 millones de soles, la obra se mantiene paralizada con apenas el 10 por ciento de avance.
Pero igual de preocupante es que hasta este momento, el Programa Nacional de Inversiones en Salud (PRONIS), el organismo estatal responsable de la ejecución de la obra, mantenga un silencio absoluto como si la población de Chimbote y sus autoridades no merecieran la más mínima explicación.
Pero no es todo. El presidente del CONREDE ha hecho notar algo que tampoco puede pasar por desapercibido. Ha dicho que el personal que presta servicio en los centros de salud de Chimbote y otras localidades de la Sub Región Pacífico, viene trabajando en ambientes que fueron habilitados y equipados con carácter temporal durante la pandemia del covid. A tres años de esa habilitación, estos equipos y ambientes ya no están aptos para garantizar un buen servicio a la población.
Por añadidura, la preocupación de los gremios profesionales por la obra del hospital El Progreso, trae a colación un caso muy similar como es la construcción del hospital San Jacinto, que también ha tenido que ser paralizada debido a la existencia de graves irregularidades e incoherencias de orden técnico, que fueron denunciadas oportunamente por la Contraloría General de la República incluso antes de la licitación.
En este escenario de desolación e impotencia, es imposible dejar de mencionar el estado crítico en el que permanece desde hace ya más de diez años, el proyecto para la construcción del nuevo Hospital La Caleta. Atrapado en una controvertida maraña de propuestas y contrapropuestas, el proyecto del nuevo Hospital de los Pobres sigue dando vueltas en el mismo sitio y no tiene cuando hacerse realidad.
Razón tienen quienes afirman que todo tiempo pasado fue mejor. Cuando aún no existía la tecnología ni la disponibilidad presupuestal de la que ahora se disfruta, los hospitales Yugoslavo y Regional fueron construidos dentro de los plazos previamente establecidos, sin paralizaciones y sin tener que recurrir a los ahora famosos adicionales de obra. ¿Por qué ahora se ha puesto tan difícil ejecutar correctamente una obra pública?.
Ojalá en los próximos días el PRONIS deje atrás la retórica de hablar mucho y no aclarar nada y pueda por fin informar la realidad de lo que está sucediendo con la obra del hospital El Progreso. La preocupación del CONREDE, es la preocupación de veintitrés colegios profesionales que no puede ser ignorada.