Editorial

LO MÁXIMO EN INCAPACIDAD

Gestión Sub Regional:

El último informe oficial emitido por el portal Transparencia Económica del ministerio de Economía y Finanzas, ha difundido una noticia que, concretamente para esta parte de la región Ancash,  ya se ha convertido en una desalentadora rutina.  En los siete primeros meses del  presente año,  la Sub Región Pacífico, dependencia adscrita al gobierno regional de Ancash, solo ha ejecutado el 6.7% del presupuesto asignado para el ejercicio 2023. En  la misma medida en la que esta irrisoria cifra causa amargura y frustración en la población, así también debería ser motivo de un severo llamado de atención. Si esta dependencia regional hiciera su trabajo, no a la perfección pero al menos medianamente aceptable, a estas alturas su ejecución presupuestal del año 2023 tranquilamente debería estar por encima del 50%.

Ello no obstante, la otra cara de la realidad es aún más preocupante.  Este  6.7% de ejecución presupuestal corresponde a obras que la gestión anterior (2019-2022) ha dejado encaminadas o a medio ejecutar. Lo que quiere decir que, bajo la gestión del gobernador Koki Noriega (2023-2026), en sus primeros siete meses de labor la Sub  Región Pacífico no ha sido capaz de gestionar ni poner en ejecución una sola de las obras que Koki Noriega ofreció durante su campaña electoral. Cero producción.

Esta preocupación se hizo aún  más elocuente el último fin de semana, cuando el gerente de la Sub Región Pacífico, fue premiado, precisamente  a propuesta del gobernador regional Koki Noriega,  al ser nombrado como nuevo gerente del Proyecto Especial de Irrigación Chinecas.

Ante este escenario, resulta realmente inaceptable, por decir lo menos,  que en los siete primeros meses del año la Sub Región Pacífico haya ejecutado solo el 6.7% de un presupuesto que supera los 64 millones de soles. Entonces, no es que falte dinero. Lo que falta es capacidad de gestión.

El listado de obras con cargo a este millonario presupuesto, es larga.  Ahí figura la obra de electrificación de la zona rural Lacramarca Baja que, a pesar de  disponer de un presupuesto de S/12´387.00, a la fecha ya lleva diez años en compás de espera. Eso quiere decir que al gobierno regional no le interesa que, a pesar del tiempo transcurrido,  la población de este sector rural siga alumbrándose  con velas y lamparines.

También en la zona de Lacramarca Baja se mantiene pendiente la construcción de la I.E. 88027, que cuenta con un presupuesto de S/11´199,307. En la misma situación se encuentra la construcción de la I.E.  Huachulo de la provincia de Pallasca, con un presupuesto no ejecutado de S/5´520,923.00. ¿Así se trabaja por el desarrollo de la educación?. A propósito ¿en qué quedó la aprobación del expediente técnico del colegio Politécnico Nacional del Santa?.

En la misma relación de obras presupuestadas pero no ejecutadas, figura el canal de irrigación Cerro Blanco (Nepeña) que cuenta con una partida aprobada de S/23´961,372.00.La lista es larga, tan igual que la espera.

Para decirlo en pocas palabras, esta falta de capacidad de gestión ha puesto de manifiesto  un mal que ya se ha vuelto crónico: cualquiera que sea la gestión de turno, el gobierno regional de Ancash trabaja de espaldas a la realidad. En todo caso, lo hace en función directa a intereses personales o de grupo, más no en función a los intereses de la comunidad. Que un presupuesto de 60 millones de soles permanezca ocioso, congelado e improductivo, solo puede ser resultado de una incapacidad extrema y ya intolerable.