Alianza homicida:
• Asesinos, dirigentes y funcionarios ediles fue la fórmula que dió origen a “Los Chacales del Desierto”.
• Traficantes de terreno se internaron en 217 hectáreas y su objetivo era tomar control también en 308 hectáreas.
Los Chacales del Desierto eran liderados por Daniel Ángel Cabrejos Pérez, también llamado Dany Caracha. A su servicio tenía una red de delincuentes que cumplían diferentes roles como el cobro de cupos, colaboradores, proveedores de armas de fuego y un brazo armado.
El cabecilla de Los Chacales del Desierto disponía de cuatro lugartenientes. Ellos fueron identificados como César Antonio Carbonell Bazán, Carbonel; Karla Isela Rodríguez Vega; Karla; Manuel Antonio Morales Del Águila, Chasis; y Evaristo Miguel Ortega Cadenillas, Maycol.
Las autoridades vinculan a Los Chacales del Desierto con al menos 10 asesinatos por encargo ocurridos entre el 2012 y el 2017. Sus principales víctimas eran humildes ciudadanos que, por necesidad de una vivienda, accedían a la compra irregular de lotes.
Los agraviados eran luego sometidos a pagos semanales a cambio de supuestas gestiones para servicios colectivos de electrificación, enripiado y vigilancia. Aquellos que se resistían a acatar las condiciones de la organización criminal se convertían en blanco de intimidaciones y amenazas. Muchos eran despojados a la fuerza de sus posesiones, otros eran simplemente ultimados a balazos.
Al frente del megaoperativo N°90, denominado Tornado 2017, estuvo la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac). De la intervención participaron 943 efectivos de las regiones policiales de Áncash, La Libertad y de Lima, con el apoyo de 60 fiscales especializados en crimen organizado.
Las fuerzas del orden allanaron 48 inmuebles en Chimbote, Lima y Cañete; además de cinco celdas en los penales de Ancón I y Chiclayo. Se encontraron dos armas, municiones AKM, dinamita con mecha larga y pertrechos con distintivos de la Policía.
ORGANIZACIÓN CRIMINAL
De acuerdo con las investigaciones policiales, Los Chacales del Desierto operaban en alianza con funcionarios públicos, dirigentes vecinales corruptos y autoridades políticas. Entre ellos figuran representantes de la Comunidad Indígena de Chimbote y empleados de la Municipalidad de Chimbote y de Nuevo Chimbote.
Según la PNP, Cabrejos Pérez dirigía una de las organizaciones criminales que en los últimos años se apoderaron ilegalmente de casi 207 hectáreas del Proyecto Especial Chinecas. Sin embargo, Los Chacales del Desierto también tenían la mirada puesta sobre 308 hectáreas que se encuentran en proceso de formalización.
La invasión desenfrenada de estos terrenos, siempre según la PNP, dio origen a una aparición masiva de asentamientos humanos, cuyos cargos más altos eran ocupados por prontuariados delincuentes o familiares de los integrantes de la organización criminal. En la mayoría de las asociaciones instalaban casetas de seguridad, tranqueras de metal o postes con cadenas para restringir el tránsito de personas ajenas al lugar.
El dominio de Los Chacales del Desierto se prolongaba a lo largo de 11 asentamientos humanos: Rio Salcedo, María Idlesa Aguilar, Jhoselyn Álvarez Asian, Río Santa, Villa Universitaria, Los Constructores, Las Américas, Mirador de Las Lomas, Colinas de Jesús, Villa Municipal y Brisas del Mar.
La organización criminal estaba conformada desde el 2013 por el clan familiar Los Trinches, enfocados en la extorsión y usurpación de terrenos. A partir del 2014 se asociaron con la Comunidad Indígena de Chimbote, presidida por el clan familiar Morales Matienzo.
Bajo el pretexto de que los terrenos del Proyecto Especial Chinecas les pertenecían, empezaron a comercializar lotes de manera ilícita. En el camino fueron captando dirigentes vecinales para agilizar los trámites y revestirlos de legalidad.
Uno de sus colaboradores era Ítalo Luján Más, trabajador de la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote y secretario general de la Asociación de Vivienda Villa Municipal. Él les ofrecía garantías durante la venta y reventa de los terrenos, según las autoridades.
ÂÂÂÂÂ ESTELA DE SANGRE
Los integrantes de Los Chacales del Desierto utilizaban armas de fuego y artefactos explosivos para perpetrar sus crímenes. El clima de inseguridad creado por el tráfico de terrenos en esta zona de Nuevo Chimbote motivó a que el Ejecutivo declare el estado de emergencia en las provincias del Santa y de Casma, los años 2015 y 2016.
La estela de sangre dejada por los integrantes de Los Chacales del Desierto incluye al menos 10 asesinatos. En su lista de víctimas se encuentran Ángel Guzmán Mimbela y Pedro Abriles Carrión, quienes fueron ultimados a balazos por dos sicarios el 30 de octubre del 2012. Ellos participaban de una asamblea de comerciantes del Mercado San Juan Bautista Los Constructores, donde laboraban como vigilantes.
Las Policía Nacional también maneja indicios que vinculan a Los Chacales del Desierto con el asesinato de Pablo Ramirez García y Joel Alayo Malqui, el 16 de noviembre del 2014. De igual forma, se les atribuye el homicidio de Jamer Eduar Hidalgo Coronado por una disputa de terrenos, ocurrido el 5 de febrero del 2016.
Asimismo, se les sindica como autores del homicidio de César Augusto Iza Figueroa, cometido el 24 de marzo del 2016. La víctima se encontraba realizando labores dirigenciales en el asentamiento humano Jhoselyn Álvarez Asian, cuando recibió cinco balazos en la cabeza y uno en la espalda.
Otro crimen en el que habrían estado involucrados fue el asesinato de Luis Alberto Castañeda Rodríguez, el 26 de enero del 20117. La víctima se encontraba atendiendo su puesto de venta de comidas cuando dos sicarios le dispararon a quemarropa. El móvil habría sido una represalia por denunciar a la organización criminal por el delito de hurto.