Política

ACTUALIDAD Y POLÍTICA… ACTUALIDAD Y POLÍTICA…

MANGONEO

Todo indica que los trabajadores municipales de la comuna provincial del santa tendrán que llevar adelante su plantón este jueves como inicio de una serie de medidas que aparentemente rompen fuegos a los enfrentamientos de la masa laboral con la nueva administración edil, a solo 5 meses y medio de iniciar su gestión. Y, es que el alcalde Roberto Briceño Franco ha sido claro y directo el último fin de semana, “la cabeza” del gerente municipal Jesús Rodríguez Fuentes, no se negocia, por el contrario, lo ha respaldado y ratificado en el cargo, desestimando los cuestionamientos que está formulando “ahora” el SUTRAMUN. Hacemos hincapié en esto de “ahora” porque hasta hace solo una semana el gremio sindical no guardaba un concepto negativo del primer funcionario edil, por el contrario, solía reunirse con él y sus asesores para tratar la problemática del trabajador edil. Justamente, la mañana de ayer en una emisora local le preguntaban al gerente municipal si en estos diálogos los dirigentes le advirtieron que estaba obrando mal o le cuestionaron alguna parte de sus decisiones y dijo que jamás le increparon o censuraron, por el contrario, lo saludaron y agradecieron por la apertura al dialogo y por la voluntad que ha dejado siempre de manifiesto para buscar alguna alternativa de solución a los graves problemas que han heredado de la anterior gestión. Entonces, si esto ha sido así, la pregunta que se cae madura es ¿en qué momento le bajan el dedo al gerente municipal? ¿Quiénes han influenciado en la cúpula del SUTRAMUN para comenzar a abrir fuego sobre el despacho de alcaldía? Es evidente que aquí hay gato encerrado, es bastante extraño que de pronto cambien de opinión y generen una escaramuza de la nada.

INCREMENTO

Lo que pasa es que el gerente Jesús Rodríguez les ha bajado el dedo al pedido de aumento que ilegalmente les firmó el año pasado el alcalde Neptalí Briceño Porras, quien apenas estuvo un mes en el cargo pero fue suficiente para que dejara una bomba sobre la mesa, no para el entonces alcalde provisional y hoy regidor Humberto Ortiz, sino para la actual gestión que se ha visto con un acuerdo que tiene fuerza de ley pero que no tiene sustento. Efectivamente, esta es la madre del cordero. Los servidores exigen que se haga valer ese acuerdo a como dé lugar, sin embargo, un miembro de su propio gremio hizo el trabajo de los abogados del Municipio al plantear una denuncia penal contra los que resulten responsables de ese convenio, pues de acuerdo a la ley todo incremento remunerativo debe contar con el respaldo de un informe económico que lo sustente, empero, en este caso no existe nada, solo hay un convenio hueco y así no pueden funcionar las cosas. Justamente, el gerente municipal ha explicado las razones por las cuales presupuestariamente es imposible que se establezca un incremento en este momento, empero, los trabajadores se han cerrado y pretenden incendiar la pradera. Por ello es que el alcalde les ha restregado en la cara su cómplice comportamiento el año pasado cuando permitieron el reingreso de 800 trabajadores y no dijeron esta boca es mía a la administración de Victoria Espinoza y sus sucesores ¿Por qué sereá?. O sea, se hacen los machitos cuando no les dan su chupete. Que tales engreídos.

TALA

Los funcionarios de la empresa Agroindustrias San Jacinto deben estar cruzando los dedos luego que la Policía especializada de medio ambiente y representante de Sector santa, llegara hasta el anexo de Capellanía y comprobaran que se ha talado casi media hectárea de un bosque de algarrobos y huarango, una variedad que está protegida por la ley. Ocurre que allí se ha verificado la tala ilegal de 14 árboles de algarrobo y 16 de huarango, los cuales estaban en una edad adulta y con un tamaño por encima de los 12 metros y conforme a los testimonios de los agricultores de la zona este hecho ha sido perpetrado por trabajadores de la empresa agroindustrial San Jacinto, presuntamente por órdenes de los funcionarios. Eso tendrá que ser materia de la investigación de la Policía y el Ministerio Público, sin embargo, el hecho es evidente y allí están las pruebas de una tala indiscriminada que es un atentado contra la ecología. Esperemos que las autoridades individualicen las responsabilidades, identifiquen a los autores materiales e intelectuales y los denuncien ante el Poder Judicial porque las zonas y variedades de protección no deben ser destruidas impunemente.