Quienes llegaron anteayer sábado a las primeras cuadras de la avenida Pardo, buscando las primeras novedades que nos trae habitualmente la denominada Feria artesanal, se llevaron una tremenda decepción pues desperdiciaron su primer fin de semana festivo de la semana patronal al no encontrar a los comerciantes y artesanos.
Apenas unos cuantos comerciantes con sus primeros productos y alumbrándose con lámparas o pequeñas linternas denunciaban el serio desfase que ha sufrido la fiesta patronal de Chimbote como consecuencia de las descoordinaciones y las indecisiones de la autoridad municipal, que ha pagado caro este año la inexperiencia en esta clase de actividades que lejos de ser formalistas o aplicadas se manejan en función a la tradición.
Por ello es que en un programa oficial se señala que esta feria artesanal se inauguraba el jueves 20 de Junio, pero hasta el día de ayer no estaba debidamente instalada y es que recién el viernes por la tarde se tomó la decisión de su definitiva ubicación.
Esto ha sido infortunadamente consecuencia de una indecisión de la Municipalidad Provincial del Santa que, apelando a criterios de limpieza y modernidad, pretendió desde un primer momento impedir la presencia de comerciantes formales o ambulantes en las calles del centro de la ciudad y para conseguir elloÂÂÂ decidió trasladar la ubicación de la feria artesanal y la serenata de aniversario patronal a la avenida Industrial, en la intersección con la avenida Pardo en donde existían los espacios suficientes como para albergar a las miles de personas que suelen seguir estas actividades.
Aun cuando esto rompía una tradición que, desde este mismo espacio dijimos que era imposible de fraccionar, muchos nos avenimos a que las actividades se desarrollen en un lugar en donde la falta de actividades masivas los convertía en zonas usualmente desoladas y con poco tráfico peatonal, y vehicular, de tal suerte que allí la feria artesanal no sufriría mayor desfase en la medida que implicaba el traslado de unas diez cuadras mas del lugar en donde habitualmente se ubicaba.
Sin embargo, aparentemente, quienes avizoraron esta zona como oportuna para las actividades de aniversario patronal, no hicieron todas las consultas respectivas y por ello hace unas semanas atrás el Terminal Portuario y la empresa Siderúrgica comunicaban a los organizadores que en las fechas festivas se realizarían un desembarque de productos a través de vehículos de carga pesada que transitan entre el Terminal portuario y la empresa siderúrgica, lo que implicaba exponer a mucha gente a serios riesgos cuando se registre el paso de los vehículos por esta calle.
Por ello, sobre la marcha, los organizadores de la feria artesanal decidieron llevar esos eventos al estadio Centenario “Manuel Rivera Sánchez”, estableciéndose que los comerciantes y artesanos se ubicarían en la explanada ubicada en las puertas de la tribuna oriente y el concierto de la serenata se llevarían a cabo en el interior del recinto deportivo, una decisión que no fue del agrado de las mayorías.
Tampoco los comerciantes y artesanos vieron con buenos ojos de esta decisión y la hicieron saber de inmediato, sin embargo, la Municipalidad había tomado una decisión y no parecía dispuesta a dar marcha atrás, ni siquiera respetando los moldes tradicionales de la fiesta patronal que, como ya es de dominio público, desde hace más de un año tiene la condición de Patrocinio Cultural de la Nación,
Justamente, este calificativo es el que debería haber llevado a las autoridades ediles a evitar hacer cambios sorpresivos, y, es lo hizo ver el Obispo de la ciudad, tan pronto como llegó a nuestra ciudad de un largo viaje y cuando hizo saber públicamente el alcalde la disconformidad que existía por parte de quienes formaban parte de este directorio por decisiones que atentaban contra el espíritu tradicional de la fiesta de San Pedrito.
En ese orden de ideas el Monseñor Simón Piorno calificó como ligera la decisión de llevar la feria artesanal fuera del centro de la ciudad por cuestiones relacionadas con el orden y la limpieza pública en la medida que ello no era un argumento válido.
El obispo lamentó que la limpieza fuera un pretexto cuando se trata de actividades que no toman más de una semana. y, por lo tanto, culminadas ellas se puede realizar jornadas de limpieza por parte del personal municipal, que deberá superar el cargamento de basura que suele dejar una fiesta, sin embargo, consideró que son cuestiones que deben de sobreponerse con capacidad y buen manejo de la gerencia edil pero que no puede servir como argumento para romper los moldes tradicionales de una fiesta patronal.
Y es que el obispo no se equivocaba, cierto era que su exhortación llegaba sobre la hora porque estuvo fuera de la ciudad, empero, en este mismo espacio editorial hemos repetido año tras año, que es virtualmente imposible impedir que los comerciantes, artesanos y hasta los ambulantes invadan la vía pública porque eso forma parte de la tradición de la fiesta popular y de la expectativa del pueblo, son fiestas autóctonas a las que no se le puede quitar ese ingrediente festivo que le otorga a un pueblo.
Inclusive, recordamos aquellos pasajes de funcionarios de gestiones anteriores que se vieron avasallados y agredidos por una presión popular que no les permitía impedir que las primeras cuadras de la avenida Pardo alberguen a cientos de comerciantes y artesanos como todos los años, por ello, las anteriores gestiones lejos de impedir ello lo que hicieron fue organizarlos debidamente e implementando servicios y dotaciones de seguridad para que todo marche y termine bien en la fiesta patronal.
Lamentablemente, en esta oportunidad se hizo oídos sordos y allí están las consecuencias, es lamentable que hasta el último sábado 22, es decir a tres días de iniciada la fiesta, no existan puestos en la feria artesanal, solo gran cantidad de gente que esperaba encontrar los entretenimientos y novedades que habitualmente ofrece.
Y si a ellos sumamos el hecho que el municipio presentó un programa diferente en la capital de la república, por obra y gracia de aventureros que llevaron a una incomprensible confusión al acalde, hay que convenir que este años se ha registrado exabruptos que no deben volver a repetirse en las próximas fiestas. No más desencuentros de esta naturaleza porque, finalmente, quienes resultan mas afectados son los pobladores que esperan poder disfrutar de una fiesta patronal bien organizada y completa. Será para la próxima.