Editorial

Editorial: ::: NO MÁS CUENTOS :::

El Gobernador Regional Juan Carlos Morillo Ulloa, ha dejado entrever que en su gestión no se cometerán los mismos exabruptos que sus antecesores y por ello viene tomando todas las precauciones necesarias en los proyectos de construcción de los nuevos hospitales de salud para Huaraz como Chimbote.

Se trata de dos proyecto los emblemáticos que forman parte de sus promesas de campaña, por ello es que desde el primer día que asumió el cargo le puso el ojo a esos expedientes que vienen dando vueltas por diferentes dependencias desde hace más de una década.

Por ello es que la semana pasada ha verificado el avance de estos proyectos, ambos en fase de elaboración de expedientes y en la habilitación de los terrenos en donde habrán de ser edificados.

En Huaraz se ha tomado la decisión de ceder terrenos de la sede principal del Gobierno regional de Ancash, en el Campamento de Vichay, en donde cuenta con inmensas extensiones de terrenos que resultan idóneos para la construcción de un nosocomio, quedando a un costado la sede regional como siempre.

De esta manera el organismo regional se ahorra una buena cantidad de dinero para no tener que comprar un terreno, como lo ha debido hacer en Chimbote en la medida que el actual predio en donde se ubica el hospital La Caleta ya no es el apropiado para una nueva sede hospitalaria porque colisiona con la normatividad que ahora prohíbe que un centro asistencial de salud se ubique a menos de 100 metros del mar.

Esto obligó a los ex gobernantes a tener que solucionar el problema de los predios y, en el caso específico de Chimbote, fue el gran pretexto para dilatar y postergar permanentemente la reconstrucción esperada del hospital La Caleta.

El primer escollo se encontró en el ex presidente regional César Álvarez Aguilar, quien a pesar que la ley no lo autorizaba, se empecinó en que se haga el nuevo hospital en el mismo terreno de La Caleta, tanto así que ordenó que el expediente técnico se elabore en función a la actual ubicación, al extremo de comprometer miles de soles en un expediente que a la fecha no sirve y que tiene que modificarse.

Luego sería el Gobernador Luis Gamarra quien tomó la posta en esta gestión y al haber aprobado el Ministerio de Salud los terrenos ubicados en el P.J. Dos de Mayo, en una zona de expansión de Chimbote, quedaba al Gobierno regional transar con los propietarios para su adquisición, empero, las gestiones iniciales se frustraron.

Y fracasaron porque los duelos del predio agrícola quisieron hacer su agosto con un precio elevadísimo que ni siquiera era compatible con la condición agrícola de los terrenos y la necesidad de un saneamiento previo a una educación, razón por la cual el ex gobernador Luis Gamarra optó por llevar este expediente a la CONATA a efectos que se realice una tasación oficial y sobre esa base se estipule un valor de consenso.

Esta gestión ya llegó este año a manos del gobernador Juan Carlos Murillo que negoció con los propietarios de la parcela agrícola y convinieron en un precio que era accesible al presupuesto que su antecesor había reservado para este cometido, de tal suerte que en estos meses se han realizado los trámites documentarios para zanjar la definitiva propiedad y de esta manera pasar a una nueva etapa.

Esta nueva fase es la elaboración del expediente técnico y aun cuando el Gobernador no ha señalado la forma o procedimiento a utilizar, hay que convenir que el gobierno regional ha cancelado millones de soles por el expediente elaborado por una empresa contratada en la gestión de César Álvarez y con la cual se había perdido un arbitraje y se le tenía que cancelar los montos que se establecieron de manera excesiva y exagerada en la época de la llamada red de corrupción.

Ese es un pesado lastre que tiene que cargar el gobierno regional, esto se explicó in extenso en la reunión realizada el año pasado en el auditorio del Municipio Provincial con la presencia de funcionarios del Ministerio de Salud, congresistas de la república y representantes del gobierno regional, entre ellos el ex gobernador Luis Gamarra que mostró a los presentes el voluminoso expediente que se había dejado en gestiones anteriores y respecto al cual estaba pendiente de pago un saldo del arbitraje que perdieron las ex autoridades, lo que tocaba decidir si se habilitaba el mismo o se elaboraba otro.

Hacer uno nuevo representaba uno o dos años más, por lo que se le autorizó al ex gobernador negociar con la empresa ejecutora a efectos que ese saldo se cancele solo cuando actualice el expediente y lo haga sobre la base de los terrenos el P.J. Dos de Mayo que ya para entonces se había zanjado.

Por lo menos ese fue el acuerdo al que se arribó, de allí que no sabemos si el actual Gobernador lo continuará o si está elaborando un nuevo expediente en la medida que solo ha mencionado que están avanzando en este tema paralelamente al saneamiento de la compra de la parcela agrícola para su futura ubicación.

Confiamos que la actual gestión regional tome el camino correcto, al fin y al cabo ha demostrado desde el primer día de su gestión que tiene la voluntad política de ejecutar finalmente este millonario proyecto que estará garantizando por muchos años más la atención de salud de pacientes de los sectores más deprimidos de la provincia., no por ello se ha ganado el cliché de “hospital de los pobres”.

Hace solo una semana hemos asistido a la ceremonia de entrega de los terrenos del local comunal del P.J. El Progreso al PRONIS del Ministerio de Salud a efectos que se inicie el plan de contingencia del proyecto de construcción del nuevo hospital I de este sector, un proyecto que lo maneja el ejecutivo y que ya es una grata realidad.

Esto pone de manifiesto que en algunos años más la salud de los Chimbotanos tendrá la garantía de modernos centros hospitalarios si se tiene en cuenta que a estos dos proyecto se sumará el hospital de alta complejidad de nivel IV que está ejecutando Essalud, lo que quiere decir que ya no nos van a contar más cuentos en materia de nuevos hospitales, hay tres proyecto con un avance sostenido y que nos hacen abrigar esperanzas de un futuro promisorio para la salud de los chimbotanos.