SORPRESAS
Hace mucho tiempo que los chimbotanos no veíamos a los pescadores en las calles para pedir la suspensión de las faenas de pesca, es decir de su actividad laboral. Los pescadores de Chimbote salieron a las calles a exigir a la Ministra de la Producción que suspenda la temporada de pesca porque estaban matando la especie, existe un elevadísimo porcentaje de pesca incidental y no podían seguir depredando la especie solo porque, por temas de ambición y poder, a la Ministra no se le daba la gana de paralizar la actividad extractiva, pues ellos consideran que si la depredación se mantenía era porque desde el portafolio de PRODUCE se conducen de acuerdo a los intereses de los oligopolios pesqueros que se guarecen bajo la sombra de la Sociedad Nacional de Pesquería. Lo gritaron a los cuatro vientos anteayer por la mañana en la marcha que hicieron y que tuvo su colofón por la tarde cuando se dio la veda pero limitada. En efecto, no se suspendió la temporada sino solo por 10 días, como si la Ministra piensa que en ese lapso el recurso crecerá y estará óptimo para su extracción, y, tampoco se ha vedado en todo el litoral, sino entre Trujillo y Nazca, osea en el norte las grandes embarcaciones seguirán arrastrando las especies juveniles. Lamentablemente, estamos ante una administración gubernamental insensible, la dirigencia de pescadores y motoristas estuvieron demandando la suspensión de la pesca hace 10 días, señalaban que el índice de peladilla era elevado y que estaban matando la especie, pero la Ministra ha esperado todo este tiempo y todos nos preguntamos ¿Por qué? ¿Porque se ha permitido que las grandes embarcaciones sigan capturando especies juveniles? No cabe duda que hay muchos intereses de por medio.
SORPRESA 2
Quien iba a pensar que íbamos a ver a magistrados del Poder Judicial y del Ministerio Público marchando mismos trabajadores y sindicalistas. Sin embargo, la segunda sorpresa de la semana la dieron estos letrados que sin necesidad de sacarse su tenida diaria, es decir, el terno y la corbata, decidieron salir a las calles para ser escuchados y atendidos por el gobierno pues exigen “la homologación de sueldos”. Esto que en buen romance no es sino un incremento descomunal de sueldos y salarios, es el único argumento que demandan en lo que se denomina como “huelga blanca” que son las sesiones permanentes en las que se han declarado para dejar de trabajar y presionar de esta manera a quienes deben atender sus demandas. Se supone que quien hace una medida de fuerza perjudica al obligado, sin embargo, en este caso los jueces y fiscales a los únicos que perjudican son a los litigantes y los abogados que viven del litigio. La suspensión de audiencia y la restricción de la actividad fiscal y judicial no parece ser la prioridad del gobierno, así que si antes fueron los trabajadores, ahora son los magistrados los que pasarán la navidad y recibirán el nuevo año con su medida de fuerza. Que vayan preparando la olla común.
VAPULEADO
Hay un sabio adagio que dice “cada quien tiene la suerte que se merece”. Y esto le cae como anillo al dedo al rector de la alicaída Universidad San Pedro, Gilmer Díaz Tello, quien la semana pasada debió pasar un mal momento cuando llegaba a su despacho y en la puerta se encontró con un numeroso grupo de estudiantes que estaba protestando por el cierre de su alma mater luego que la SUNEDU le denegara el licenciamiento por no cumplir con los requisitos mínimos para una educación superior de calidad. Como Díaz Tello había marchado junto a los estudiantes en la víspera, pensó que recibiría el respaldo de los estudiantes para poder emprender juntos la protesta, sin embargo, en esta oportunidad ya no encontró a los estudiantes indignados con la SUNEDU, sino que lo responsabilizaron de la crisis que afronta su casa universitaria y que ellos se quedaran virtualmente en el aire con los estudios que se han realizado hasta la fecha. Desde corrupto hasta incompetente le gritaron los estudiantes que, afortunadamente, no llegaron a las vías de los hechos a pesar que todo parecía indicar que la protesta se descontrolaría. Como consecuencia de esta agria protesta el rector sufrió una descompensación y debió ser trasladado al Hospital III de Essalud en donde, tras un chequeo, le indicaron que la cosa no era para tanto y solo había padecido una angina de pecho. Lo cierto es que los estudiantes no olvidan que fue el “mosquetero” del prófugo José María Huamán y cuando éste fue sentenciado a pena efectiva, hizo hasta lo imposible para salir elegido como rector a pesar que una gran mayoría no lo quería, ahora, los resultados saltan a la vista.