Los chimbotanos de cuarenta a mas años han sido testigos de la manera vertiginosa como aquellas áridas pampas que solían ver cuando viajaban a Trujillo, desde Santa hasta Virú, se fueron convirtiendo en sembríos que le dieron un movimiento laboral y comercial enorme a la zona.
Fueron los testigos de la manera como se desarrolló el proyecto Chavimochic, el símil del proyecto Chinecas que se ha desarrollado gracias a las aguas del río Santa que deberían privilegiar el desarrollo del proyecto irrigador de Chimbote, Nepeña y Casma.
Y es que son testigos porque las autoridades trujillanas y los funcionarios que designaron para dirigir su proyecto irrigador, han sido lo suficientemente capaces como para emprender un proyecto de esa magnitud, tocaron las puertas necesarias, se unieron para promover los estudios y conseguir el financiamiento y sacaron provecho de la indolencia de sus vecinos que hicieron de su proyecto irrigador Chinecas, solo una bandera electoral y populista.
Obviamente que de eso pasaron muchos años, Chavimochic ha despegado económicamente y hoy se apresta a iniciar su tercera etapa., mientras que en Chimbote y la región Áncash nos seguimos peleando para determinar como se debe hacer un proyecto que hace dos décadas no avanza ni siquiera medio metro.
Hacemos este preámbulo a propósito de la nueva polémica que ha surgido respecto a la ejecución del proyecto Chinecas y la decisión del Gobierno regional de ponerlo en marcha nuevamente, aprovechando las exitosas gestiones que el año pasado hizo el gobernador Juan Carlos Morillo Ulloa para obtener del Ejecutivo una partida de 200 millones que le permita reactivarse.
Hay que hacer la salvedad que ese presupuesto está destinado a la culminación del canal principal, es decir, extender el canal madre que se quedó en Nepeña y llevarlo hasta Casma, como lo establece su diseño original.
Sin embargo, en la medida que se han comenzado a mover estas fichas, el proyecto Chinecas ha tomado decisiones para promover la ejecución integral de Chinecas y lo ha hecho por intermedio de su directorio que lo preside también el Gobernador Juan Carlos Morillo.
Como muchos deben recordar, el directorio encontró que el perfil SISA, ese que le costó un fraudulento negociado en la época de César Álvarez Aguilar, ya se encontraba desactivado tras ser rechazado por el Ejecutivo, gestión realizada por el ex gerente general, razón por la cual decidió solicitar a la ANA que realice un estudio del proyecto considerando la Bocatoma en la forma y manera que establece su diseño original, es decir, considerando su implementación en el sector de Tablones.
Esta medida ha generado polémica en razón que los gremios agrarios y algunos sectores de la sociedad civil de Chimbote, como el frente de defensa y la Cámara de Comercio han tomado partido por la Bocatoma Única, es decir, que Chinecas tenga su punto de captación de agua en la misma cota en donde se ubica la de Chavimochic, de allí su nomenclatura.
Esta es una posición que se ha asumido ya hace unos años y que muchos compartimos en la medida que somos testigos de la manera como el proyecto trujillano de Chavimochic, sus autoridades y funcionarios, han tratado siempre de quedarse con la mayor cantidad de agua, de generar acciones que le permitan acaparar el líquido elemento y una de las maneras de hacerlo ha sido generando controversias que impidan que se ejecute el proyecto Chinecas.
Sin embargo, así como estuvimos convencidos que la Bocatoma debería estar ubicada en la cota 412 (donde se encuentra la de Chavimochic) de la misma manera se han conocido ponencias técnicas desarrolladas el año pasado por el mismo proyecto Chinecas y que han merecido el respaldo de profesionales que señalan que la Bocatoma Única compartida es inviable, no solo por un tema presupuestal sino por consideraciones de tipo técnico.
Estas ponencias las hizo conocer inicialmente el gerente de Chinecas Juan Jiménez Carrasco, y, posteriormente, fueron respaldas por el decano del Colegio de Ingenieros de Chimbote, Rigoberto Cerna, de allí que muchos hemos vacilado en la posibilidad de seguir insistiendo en una alternativa que no es viable cuando siempre existió un diseño original que está en la posibilidad de ejecutarse.
Quienes se oponen ahora al diseño original deben tener en cuenta que Chinecas nunca tuvo la posibilidad de acceder a un financiamiento para ejecutarse, entonces, pretender alimentar la idea de hacer una Bocatoma más alejada y mucho más cara, es sencillamente una quimera y lo único que consiguen es que nuestro proyecto irrigador siga siendo el anhelado sueño de miles de ancashinos.
Por ello es que la semana pasada el Gobernador se reunió con ocho decanos de los colegios profesionales para compartir la idea de ejecutar Chinecas con los estudios que ya se tienen a la mano y con las posibilidades de acceder a financiamiento posible ante el ejecutivo, y, encontró el eco necesario en muchos de ellos que, como miles de chimbotanos, ya estamos hartos de seguir en las mismas discusiones de siempre y ver que otros proyectos de desarrollan pero el nuestro sigue postergado y maniatado.
Se dice que la reunión no es válida porque no ha sido convocada por el CONREDES que es el consejo regional de decanos de los colegios profesionales, como si ese detalle tuviera importancia cuando lo que se necesita es avanzar. Si el decano del colegio de ingenieros promovió una reunión con el objetivo que se conozca la alternativa de Chinecas hay que apoyar esta clase de iniciativas, los decanos expresaron ese sentir popular de hastío y cansancio ante las vueltas que se da a Chinecas.
Si existe un estudio listo para la ejecución de Chinecas hay que apoyarlo, si existe la necesidad de hacer otro estudio para verificar si la bocatoma única es inviable o no que se haga y si existe un estudio que ya ha confirmado esto último, como lo mencionó el gerente de Chinecas, que se muestre, pero que se termine de una buena con ese círculo vicioso de discusiones permanentes y seculares que lo único que consiguen es mantener relegado el proyecto Chinecas mientras nuestros vecinos del norte se siguen riendo a carcajadas porque aprovechan las aguas del río Santa para avanzar en su desarrollo agrícola. ¡Esto es absurdo!.