Editorial

Editorial: ::: :::TRAGICA IMPRUDENCIA

Un comerciante dejó de existir y otras cinco personas quedaron heridas con diversas clases de contusiones como consecuencia de un terrible accidente registrado en la carretera Panamericana Norte, a la altura de la pista de acceso al balneario de Besique, algunos kilómetros antes de llegar al peaje que determina el ingreso a nuestro puerto.

El fallecido viajaba en un camión de carga que trasladaba frutas desde la localidad de Quillo y pretendía llegar al mercado mayorista de nuestra ciudad, el mismo que sufrió un aparatoso despiste que dejó virtualmente destruido el vehículo y la carga regada por la pista, además de los ocupantes que se retorcían de dolor.

La causa de este despiste fue el exceso de velocidad y una maniobra temeraria del chofer que no tomó las previsiones necesarias cuando intentó sobrepasar a un tráiler sin tener en cuenta que en el carril contrario se desplazaba otra unidad relativamente cerca, tanto así que al chofer no le quedó otra alternativa que virar hacia su izquierda, tratar de salir de la pista para evitar una colisión que habría sido brutal, empero, esta acción llevó al vehículo a una volcadura inevitable.

Los efectivos policiales que llegaron a la zona del accidente para levantar el acta de inspección técnica pertinente, no tuvieron dudas respecto a la causa del accidente y ella no fue potra que la maniobra temeraria del chofer del camión siniestrado, la excesiva velocidad con la que se desplazaba y su deseo de sobrepasar a otro vehículo tratando de ganarle el paso a otra unidad.

Esta clase de accidentes es consecuencia de la imprudencia de los choferes, de aquellos que no solo no miden la velocidad que imprimen a los vehículos sino que toman la temeraria decisión de sobrepasar a otra unidad vehicular a sabiendas que por el carril contrario se desplaza otro vehículo pero creen en su perturbada cabeza que pueden ganarle el paso a este otro vehículo.

Esta clase de maniobras son típicas en choferes que juegan con la vida, no solo exponen la suya sino que no son capaces de comprender que llevan a otras personas y exponen al peligro también a los demás, empero, en el caso registrado cerca de Besique existen otros factores que quienes se ponen al volante deben tener presente.

Un chofer calificado sabe que una pendiente promueve la velocidad de un vehículo por la gravedad, por ello en esos casos se deben extremar las precauciones y la bajada de Besique es una zona en la que no se pueden ensayar maniobras de ninguna clase.

En este lugar, hace ya muchos años, se registró un trágico accidente en una víspera de Navidad, un ómnibus de los llamados pitaras, aquellos que partían de la zona de Fiori, en Lima, mucho antes que exista un terminal debidamente organizado, partió conducido por un chofer particular, recogió nada menos que a cincuenta pasajeros y emprendió viaje a la medianoche con destino a nuestro puerto.

Era una noche de lluvia, la pista estaba mojada y pese a que el ómnibus no era apropiado para el desplazamiento en carretera y, por ende, no contaba con llantas propias de tráfico largo, el chofer seguía corriendo como si estuviera en una pista de carreras y por ello la muerte se puso al acecho.

Cuando llegó a esta pendiente de Besique, el ómnibus comenzó a derrapar por la pista, el agua había superado las posibilidades de freno del vehículo y el chofer sencillamente había perdido el control, los pasajeros entraron en pánico y la desgracia llegó cuando se apareció otro ómnibus por el carril contrario.

El impacto fue brutal, tanto así que el vehículo de la muerte se partió en dos, mientras que el otro ómnibus que había partido de Piura quedó empotrado en un cerro con el chofer muerte de inmediato, empero, fue el otro ómnibus en donde perecieron más de 20 personas, todas ellas estaban regadas en la pista como bultos sangrantes en medio de un clima de espanto de las autoridades y periodistas que acudieron a la zona.

Pese a que en esa ocasión se determinó que la causa del accidente no fue únicamente la lluvia sino la impericia de un chofer que no midió el peligro de la pendiente de Besique, muchos choferes siguen manejando con la misma imprudencia, como ocurrió la semana pasada en que un comerciante perdió la vida única y exclusivamente por la trágica imprudencia del chofer que no supo medir el riesgo de maniobras temerarias y de excesiva velocidad.

Esperemos que a partir de este hecho se tomen medidas preventivas, pues si los choferes no lo hacen por su propia cuenta deben ser las autoridades las que coloquen algunas vallas que obliguen a los choferes, por lo menos, a reducir la velocidad.

                                                           IMPORTANTES MEDIDAS

El nuevo gerente de salud ambiental de la Municipalidad Provincial del Santa, Juan Villarreal Olaya, ha adoptado en las últimas dos semanas medidas efectivas que tienden a proteger el medio ambiente y luchan decididamente contra la contaminación.

Una de ellas es la clausura de una empresa pesquera que no solo venía funcionando sin la autorización correspondiente sino que contaba con sistemas de eliminación de desagües que llevaban sus restos directamente al mar, perjudicando la fauna marina.

De la misma manera, se ha continuado con la clausura de los buzones de desagüe que se detectó en diciembre pasado y que demostró la temeridad de un empresariado que no ha tenido escrúpulos en contaminar el mar con instalaciones clandestinas que hicieron ex profesamente para eliminar sus desechos industriales.

De la misma manera, se dispuso de un contingente de trabajadores y colaboradores para limpiar la zona aledaña a los humedales de Villa María, en donde personas inescrupulosas han arrojado miles de toneladas de desmonte y vecinos aprovecharon esta situación para lanzar allí bolsas de basura y toda clase de desperdicios.

De esta manera, el Biólogo Juan Villarreal ha demostrado que para manejar una dependencia tan importante y delicada como la gerencia de salud ambiental se requiere de conocimiento y experiencia en la materia, no se puede colocar allí a cualquier improvisado o personajes que respondan a un vínculo amical o político del alcalde de turno. Esperemos que el nuevo gerente siga en esta línea, por lo menos, los medios de comunicación respaldamos esta labor.