ABSURDO
Ahora que el Gobernador Regional Juan Carlos Morillo ha decidido reasumir sus funciones, una de las primeras tareas que deberá resolver es el tema del hospital La Caleta, en donde el último fin de semana el director de dicho nosocomio Marco Montoya Cieza, decidió cerrar el área Covid, en donde se ha realizado una proficua labor en la lucha contra el virus en estos meses de emergencia. El galeno dio a conocer que había retomado esta decisión porque no existe presupuesto específico para esta labor y si mantiene al personal trabajando en esta área, al margen del riesgo que ello representa, luego no tendrá los recursos para cubrir sus salarios. Agregó que el plan de emergencia del gobierno Regional considera solo como hospital Covid al hospital Regional, por ello es que no existe un presupuesto para La Caleta en lo que se refiere a la pandemia. Seguramente esto es cierto, sin embargo, en esta emergencia y cuando comienza a verse el resultado de la titánica tarea que se ha realizado a lo largo de estos seis meses, no se puede mezquinar este tremendo esfuerzo por aspectos burocráticos, creemos que ellos pueden salvarse y superarse, lo que no puede permitirse es que se perjudique la labor asistencial en momentos claves. No hay que olvidar que nuestra provincia se mantiene en confinamiento desde el mes de marzo y ello es porque nuestras cifras siempre fueron elevadas, hace solo unos días lo ha repetido el ministro de Energía y Minas, quien exhortó a todas las autoridades locales a trabajar unidas para derrotar al enemigo invisible. Si bien es cierto es justo el reclamo del Director del hospital La Caleta al ver que no tiene capacidad presupuestal, imaginamos que una llamada al Director Regional de Salud o la propia gerente regional pudo superar el problema antes de asumir una decisión radical que perjudica la salud pública en este momento tan delicado por el atravesamos. El Gobernador Regional no debe permitir el cierre del área Covid de la Caleta, cuando se necesita sumar esfuerzos no podemos caer en escenarios tan absurdos como las indisciplinas administrativas.
VOTACIÓN
Los congresistas por Ancash votaron por consigna antes que por convicción en los últimos acuerdos trascendentales para el país. por ejemplo, en el caso de la ley que prohíbe la postulación de sentenciados en primera instancia por delitos de corrupción votaron a favor Beto Barrionuevo y Norma Alencastre de “Somos Perú” así como Joseph Pérez Mimbela de Alianza para el Progreso y Otto Guibovich Arteaga de Acción Popular. La única que no votó a favor sino que SE ABSTUVO fue la congresista de Unión por el Perú, María Bartolo Romero. Claro, se entiende la posición de esta última porque el líder de su movimiento es Antauro Humala, el presidiario, hermano del ex presídente Ollanta Humala que tiene ambiciones electorales apenas salga de la cárcel, entonces ella no podía votar a favor de una ley que se lo impedirá. Algo similar ocurrió el caso de la vacancia presidencial, la moción que fue admitida por mayoría, y, allí la división de los congresistas ancashinos fue más evidente, los dos únicos que votaron en contra de la moción fueron los representantes de “Somos Perú”. Beto Barrionuevo y Norma Alencastre, mientras que a favor de la moción de vacancia votaron Jospeh Pérez Mimbela, Otto Guibovich y María Bartolo. En el caso de estos dos últimos la posición de sus agrupaciones son harto conocidas, inclusive en el caso de Guibovich ha sido señalado como el presunto interlocutor del presidente del congreso, también acciopopulista para tender un puente con las Fuerzas Armadas y por ello se han ganado el cliché de “golpistas”. En el caso de Pérez Mimbela recordemos que aquel le mentó la madre al Jefe de Estado así que ya sabemos que se la tiene jurada, mientras que la Bartolo es la radical de todo este grupo y su agrupación política ya adelantó que votará a favor sin haber escuchado a la otra parte. Así están las cosas entre nuestros representantes del legislativo y todo hace indicar que ninguno cambiará de parecer.
RAPIDOS
Los equipos de intervención rápida de las redes de salud, tanto de la norte como de la red sur, no descansan ni siquiera los días domingos. Siguen desplazándose a todos los sectores de la ciudad tomando pruebas rápidas e identificando a los asintomáticos para distanciarlos de los vecinos que están sanos. Esta suerte de cerco epidemiológico es un factor fundamental para que el número de pacientes moderados y graves haya descendidos, en alguna oportunidad habrá que darle el mérito que hasta el momento tienen.