La gerencia departamental de Essalud acaba de corroborar que el nivel de contagios entre los pacientes que viene atendiendo en sus unidades contra el covid 19, ha descendido hasta un 37%, lo que representa una gran noticia en medio de la crisis sanitaria que, a decir verdades, ha golpeado duramente a Chimbote, la provincia del Santa y toda la Región Ancash.
Esto ya lo había adelantado el último sábado el gerente departamental de Essalud, Dr. Ramón de la Cruz, en el marco de la ceremonia de clausura de la Operación Tayta que realizó el gobierno central en nuestra ciudad, ocasión en la que su institución fue reconocida por la plausible labor que ha desplegado en esta emergencia sanitaria.
En dicha ocasión el galeno señaló que, efectivamente, en las estadísticas que manejan las entidades de salud de nuestra ciudad, existe una evidente baja en la ola de contagios en los últimos días que ponen de manifiesto los resultados de la sacrificada labor que se realiza en todos los niveles, sean estos asistenciales, municipales, regionales y en general de todas las entidades e instituciones que luchan en esta pandemia.
Justamente, lo que ha destacado el alto funcionario de Essalud son las estrategias sanitarias que se han emprendido desde hace varias semanas en nuestra ciudad y la región, cuales son las intervenciones rápidas de los equipos de las redes de salud y de las municipalidades, las cuales no esperaron que los pacientes lleguen con el virus en el cuerpo y con cuadros severos que son difíciles y complicados de atender, sino que fueron a buscar al temible Covid de casa en casa de cuadra en cuadra o de barrio en barrio.
Es lo que hace el gobierno a gran escala con la denominada Operación Tayta, como se le conoce al programa “Territorial de Ayuda para el Tratamiento y Aislamiento frente al Covid-19” que ha emprendido con la participación activa y decisiva de las Fuerzas Armadas, cuyos integrantes han sido preparados para identificar cuadros vulnerables y someterlos a pruebas rápidas que permitan verificar si el Covid ha comenzado a desplazarse por su organismo, de tal suerte que se pueda anticipar una medicación que evite que haga un cuadro grave o se ponga en riesgo la vida.
Pero no solo consigue garantizar la vida y la salud de las personas de esta manera, sino que la información que recoge de identificación de los asintomáticos permite adoptar medidas preventivas, sea de aislamiento o de prevención a efectos que ese paciente positivo no contagie a su entorno familiar, amical o laboral.
De esta forma, aun cuando a muchos les cueste creer, se detiene la ola de contagios en un alto porcentaje y eso se traduce en los registros de los hospitales y centros temporales de atención del Covid en nuestra ciudad, sin embargo, no hay que ser triunfalistas, nadie ha derrotado al virus aquí y en ninguna parte del mundo, por ello no se puede bajar la guardia y olvidar que la amenaza se mantiene al acecho en las calles.
Y el mismo gerente de Essalud recordaba cómo es que en algún momento llegaron a tener 12 y hasta 15 pacientes fallecidos por día, los momentos más críticos para médicos y personal de salud, advirtiendo que de esta primera fase a la fecha se cuenta con más información, se sabe cómo los médicos y las propias personas pueden cuidarse para evitar el contagio y la expansión de este mal.
Creemos que esta es la esencia de esta nueva etapa de la crisis sanitaria, el traslado de la obligación de cuidarse de la enfermedad de las autoridades policiales o militares, que en los primeros meses tenían que levarse en buses y camiones a quienes infringían el régimen sanitario, hacia los propios ciudadanos, a la gente que ya es consciente que tiene que cumplir las reglas de oro como con el uso de mascarillas, la desinfección permanente de las manos y el distanciamiento social, es decir, marcar un espacio de uno o mas metros de otra que potencialmente puede estar contagiada.
El gerente de Essalud ha mencionado la palabra clave de esta etapa de la emergencia sanitaria, ha manifestado que si nosotros no nos cuidamos no habrá nadie que lo haga, terminaremos contagiados en cualquiera de los niveles de la enfermedad y con riesgo de exponer nuestra vida, con la posibilidad de terminar en un hospital.
Ha llegado ya el momento de mantener la retirada de la enfermedad con los cuidados de cada uno, hasta que llegue la vacuna no queda sino protegerse y proteger a los nuestros, olvidémonos por algún tiempo de las reuniones, las pichanguitas y las celebraciones. No hay que darle el gusto del rebrote a este enemigo asesino invisible, las cifras nos dicen que vamos logrando algo, pero hay que seguir en esta línea con responsabilidad.