Hace unas semanas se inició el nuevo curso escolar presencial en España, de forma escalonada en los diversos estamentos educativos, iniciándose por la Universidad siguiendo con la Secundaria y finalmente la Primaria. Si hacemos oídos a la información proporcionada por el ministro de Sanidad S. Illa “los centros educativos no son un foco de contagio” refiriéndose al porcentaje de centros que se han visto afectados. La ministra de Educación Isabel Celaá ha dicho también en la misma conferencia de prensa que el coronavirus ha afectado a 2852 grupos o clases de los 380 mil que existen en España, lo que representa el 0,73 %. Un curso escolar que acaba de iniciarse y que ya se ha visto salpicado por las protestas de los profesores ante el incumplimiento de los centros en implementar los acuerdos de bioseguridad propuestos y que se les había prometido. Pero si hacemos caso, no a los porcentajes sino al incremento continuado de casos y cierre de centros docentes según datos de la Confederación Intersindical STES , a fecha de 22 de Sepbre, el número de centros cerrados por coronavirus asciende a 133 de los que si bien 19 han vuelto a reabrir, el número de aulas cerradas asciende a 2224, de las que 15 han reabierto y las incidencias por contagio de alumnos o docentes suman ya más de 2350.Y el número de afectados continúa subiendo. Este nuevo curso escolar 2020- 2021 cuenta con 28624 centros educativos en toda España, de los cuales 19197 son públicos y 9427 privados. En cuanto a las enseñanzas no universitarias este año se cuenta con 8.224.270 alumnos y más de 720.000 profesores.
Con el fin de verificar los datos, puesto en contacto con don Arturo Clemente García, pedagogo español de prestigio y larga trayectoria profesional, nos ha confirmado las cifras y datos anteriores, añadiendo: “Lo cierto es que los casos detectados en los coles aumentan cada vez más, con los consiguientes “cierres temporales de clase”, con confinamientos de 15 días en casa”.
Hay que tener presente que la mayor parte de los muchachos en esa etapa de inicial y primaria son asintomáticos lo que por una parte dificulta su detección vírica y por otra la que se desprende de la anterior como es el poder ser transmisores silenciosos, sin que nos demos cuenta.
Tendrán que ir preparando los colegios peruanos las medidas de bioseguridad que se les marquen para poder reanudar las clases presenciales con un mínimo de seguridad. Así pues, un aula en la que hasta mediados de Marzo pasado entraban y recibían clase 25 niños apretujados, no debería ser habilitada ahora para más de 10-12 niños, además de contemplar nuevas medidas de ventilación-aireación, iluminación e insonorización. Y digo insonorización, no para protegerse del virus que hasta ahora no parece se contagie por el oído sino para proteger al alumno de las voces explicativas del profesor del aula contigua. Si se pretenden iniciar las clases del nuevo curso escolar a su tiempo en el 2021 habrían de dictarse ya las normas de bioseguridad a seguir por los centros, profesores y alumnos para que todos ellos sobre todo los primeros estén informados y no se llamen al engaño.
Ahora cambiemos de tema, y aunque bastante cercano con el anterior, lo haré refiriéndome a las vacunas, concretamente a la tan pregonada y bendecida como ha sido la de la universidad de Oxford y el laboratorio Astra Zéneca. También digo pregonada y bendecida porque en el ámbito anglosajón ha sido el paradigma de la seguridad, la novedad y el no va más. Pero miren por donde parece ser que sus componentes adenovíricos de chimpancé, hasta ahora no experimentados, no solo no funcionan, sino que ya han originado más de un serio contratiempo al aplicarla experimentalmente. Ha originado un padecimiento neurológico grave en uno de los voluntarios por lo que tuvo que suspenderse las pruebas y posteriormente ha aparecido sintomatología grave similar en otro voluntario. Según el diario The Telegraph los ensayos se suspendieron el pasado Julio por primera vez, algo que “no fue revelado públicamente” y luego se reanudaron. En la actualidad en EEUU las pruebas continúan suspendidas debido a que los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han negado su autorización. “En los niveles de decisión más elevados de las NIH están muy preocupados”, dijo a la cadena CNN, Advindra Nath, directora clínica y líder de investigación viral en el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares, que es una división de los NIH. Por otra parte el comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), Stephen Hahn, citado por la agencia Reuters dijo: “No sabemos todos los hechos por lo que no conocemos la causa “per se” de esto, pero realmente debemos investigarlo. Nuestra principal responsabilidad es la seguridad del pueblo estadounidense.
La comunidad científica internacional ha venido criticando fuertemente a AstraZéneca por la falta de transparencia y silencios en los ensayos de su nueva vacuna. Así el ex profesor William Haseltine de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Escuela de Salud Pública de Harvard, indicó que los detalles de la suspensión de los ensayos de AstraZéneca no se han revelado en su totalidad y las discusiones internas no se publican” así como que “la falta de transparencia de la compañía farmacéutica es motivo de preocupación”. “Esta vacuna está destinada a salvar vidas y devolver al mundo la normalidad, pero ¿no se permite conocer al público los avances diarios del fármaco? La gente debería saber más sobre el asunto de seguridad en cuestión” terminó diciendo el profesor Haseltine a Forbes.
La vacuna de AstraZéneca está basada en adenovirus de chimpancé y sobre los cuales no hay experiencia alguna a diferencia de las de adenovirus humanos como la rusa SputnikV del Instituto Gamaleya o las que están en desarrollo por Johnson &Johnson de EEUU o la se CanSino de China y de los que hay amplísima experiencia y con los que se ha trabajado (adenovirus humanos) durante muchos años.
Según indican repetidamente los científicos rusos, debido a la ausencia de estudios a largo plazo de las vacunas con adenovirus de mono, nadie sabe si presentan riesgos de cáncer o pueden afectar a la fertilidad humana. En cambio, la vacuna rusa SputnikV parece ser bastante segura, aplicándose en dos dosis en un espacio de tres semanas.
Mientras tanto, aquí todavía no se ha cerrado acuerdo económico (que es el que manda) con ningún laboratorio, mientras que los acuerdos de palabra que a veces se los puede llevar el viento, son con varios laboratorios: Covax Facility (para países en desarrollo) y la estadounidense Pfizer, cuyo primer producto fabricado fue la Santonina (un antilombrices).
Moraleja: En asuntos de salud la prudencia y el bien hacer es un grado.
Así sea. EL VIGÍA