Se mató de manera trágica:
Una desgracia. Pensó que al ver la cacerina fuera del arma de fuego no había municiones en la pistola de su hermano policía, sin embargo, había una bala en la recámara. Se puso a jugar y se mató.
Esta es la conclusión a la que arribaron los peritos y agentes que investigan la muerte del joven Carlos Daniel Julca Salinas de 18 años ocurrido la tarde del lunes en el distrito de Coishco.
Según las primeras pesquisas, el suboficial de Edinson Salinas Julca (22), agente policial asignado a la Comisaría de Buenos Aires acudió la tarde del sábado a dejar documentos a la Fiscalía de Santa y antes de regresar a su centro de labores ingresó a lavarse la cara en su vivienda ubicada en la avenida Ex Panamericana 261 en el distrito de Coishco.
Antes de ir al baño, retiró la cacerina de su arma de fuego y la dejó en su cuarto, sin imaginar que su hermano de 18 años ingresaría a su dormitorio y empezaría a jugar con la pistola, que tenía una bala en la recámara.
Mientras manipulaba el arma, el joven la puso en su cabeza y jaló el gatillo destrozándose el cráneo en cuestión de segundos. En medio de la desesperación, el joven fue llevado al Hospital La Caleta, pero falleció a los pocos minutos.
La Fiscal Mixta de Santa, Nancy Guadalupe Fabian dispuso la detención del agente policial, sin embargo, horas después fue puesto en libertad. El agente también sufrió una descompensación por la tragedia que le tocó vivir.