Editorial

::: CHINECAS, ¿CÓMO RECUPERAR EL TIEMPO PERDIDO? :::

Pese a la parálisis congénita de la que padece, y tal como ya lo hemos mencionado en una nota anterior, el proyecto Chinecas siempre ha ocupado las primeras planas de la prensa local y nacional.

Una de esas ocasiones tuvo lugar en enero del 2019,  hace exactamente dos años. Fue a raíz de la reunión convocada en Palacio de Gobierno por el presidente Martín Vizcarra con la presencia de los recién juramentados gobernadores regionales.

Con la mejor voluntad política que hay que reconocerle, el primer mandatario decidió que las nuevas autoridades regionales iniciaran su gestión con el pie derecho, haciendo algo concreto y positivo. Conforme ya lo tenía en agenda, el  presidente pidió a cada uno de los gobernadores la elección de una obra o proyecto de bandera  a fin de disponer  su inmediata ejecución. Como era de esperar, en el caso de Ancash la obra elegida fue Chinecas.

Como quiera que la intención de Vizcarra era evitar que su ofrecimiento no quedara en meras palabras,  al término de la reunión anunció que el Ministerio de Agricultura quedaba autorizado a realizar una transferencia de 200 millones de soles para la ejecución del canal Nepeña-Casma a cargo del proyecto irrigador. Lo único que se requería era la presentación de un estudio de factibilidad técnicamente sustentado. El dinero estaba disponible.

Ante la expectativa  que despertó este anuncio en la población, antes de un mes la documentación de Chinecas ingresó al ministerio de Agricultura, pero a los pocos días, ¡oh desgracia¡ la solicitud fue denegada.

¿Qué había sucedido? A la hora de revisar la documentación, los funcionarios del Ministerio de Agricultura descubrieron que el estudio presentado por  Chinecas no era otro que el mismo perfil SISA,  un documento que ellos ya conocían a la perfección, pues años antes lo habían rechazado debido a su inconsistencia y por representar asimismo una propuesta “de alto riesgo”.  Los genios  a quienes Morillo había encargado la elaboración del estudio, lo único  que hicieron fue cambiar la carátula del expediente. Al parecer estaban más interesados en definir qué empresa  se iba a encargar de manejar ese jugoso presupuesto.

Vale precisar que un capítulo de la historia que registra los actos de corrupción de Ancash, está dedicado al famoso perfil SISA. En el año 2011, durante la gestión de César Álvarez Aguilar, este documento técnico fue  elaborado por la empresa Servicios de Ingeniería S.A., SISA, para  solicitar la transferencia de recursos públicos a favor de la supuesta ejecución de Chinecas.

Fiel a su estilo de no aceptar críticas ni sugerencias, Álvarez defendió públicamente la elaboración del estudio y autorizó el pago de 5 millones de soles. Todo ello, a pesar de que los técnicos del Instituto Nacional de Desarrollo, INADE,  ofrecieron hacer ese trabajo, con toda la garantía que el  caso requiere, a un costo de tan solo 120 mil soles, vale decir ni el 3 por ciento de lo que se pagó a SISA. Precisamente hace unos meses, el Poder Judicial ha dictado contra César Álvarez una nueva sentencia de 5 años de prisión efectiva por este caso.

Aparte de la vergüenza pública que esta ingrata experiencia significó para Ancash, dos cosas más quedaron muy en claro. Primero, que la gestión de Morillo asumió el gobierno regional sin tener un plan de trabajo  coherente y confiable, como había pregonado a lo largo de su campaña electoral. Y segundo,  el gobierno regional de Ancash se mantenía en manos de la misma gente de gestiones anteriores.

Como corolario de este plagio descarado e irresponsable,  cinco meses después la ministra de Agricultura Fabiola Muñoz  confirmó ante el Congreso de la República que la transferencia de 200 millones acordada en Palacio de Gobierno, ya no figuraban en el presupuesto del sector. Para que otra oportunidad como ésta vuelva a presentarse, vamos a tener que esperar mucho tiempo. La credibilidad que se pierde, no se recupera así nomás.

Decimos esto porque desde aquel entonces, el tema de Chinecas ha desaparecido por completo de la agenda regional. Ni el gobernador encargado, ni nadie de su entorno, dice algo sobre el particular y todo hace suponer que en los veintidós meses que le quedan a la actual gestión, el destino de Chinecas seguirá empolvándose en los escritorios del gobierno regional.

Solo queda esperar que los nuevos congresistas que sean elegidos el próximo 11 de abril, pongan los pies en la tierra y entiendan que la única manera de sacar adelante Chinecas es gestionando su inmediato retorno al INADE. Insistir en el gobierno regional, es  seguir engañándonos a nosotros mismos.

Por si fuera poco, desde hace mucho tiempo observamos algo que ya parece demasiada coincidencia y es que mientras más se retrasa la ejecución de Chinecas, más avanza la ejecución de Chavimochic. El proyecto liberteño acaba de iniciar la ejecución de su tercera etapa, que llevará las aguas del río Santa hasta Chicama.

Si realmente queremos que Chinecas corra la misma suerte, el único camino pasa por  INADE. Todo lo demás equivale a perder el tiempo y malgastar el presupuesto del Estado. Las pruebas se caen de maduras.