Cierto es que todas las actividades que realizan los hombres están sujetas a un riesgo y peligro, empero, cuando ellas están relacionadas con la intervención de una mafia son las autoridades las llamadas a tomar las previsiones del caso y no solo dar la protección al funcionario que la requiere sino que se debe investigar hasta identificar a quienes están acosándolo y amenazándolo.
Este es el caso del Juez de Paz No Letrado de Nuevo Chimbote, Armando Caballero Magán, quien la semana pasada denunció públicamente que estaba recibiendo amenazas de sujetos vinculados a la mafia del tráfico de terrenos en el distrito sureño, solo por el hecho de haber acogido algunas denuncias de pobladores que son víctimas del accionar delincuencial de esta gente.
Visiblemente contrariado, el Juez de Paz refirió que estas amenazas las viene recibiendo desde el mes de diciembre del año pasado y asegura que están relacionadas a los casos de tráfico de terrenos, pues ha venido recibiendo denuncias de pobladores a los cuales los obligan a pagar 300 nuevos soles para que se mantengan en el lote que ocupan, razón por la cual ha derivado estas imputaciones al Ministerio Público.
El Juez de Paz admite que frente a estas amenazas ha solicitado garantías personales para su vida y la de su familia, empero, no ha descartado la posibilidad de renunciar al cargo en la medida que si bien es cierto es un funcionario que tiene una investidura para aplicar la ley, también es padre de familia y está expuesto al accionar delincuencial de esta mafia.
En efecto, los terrenos en donde esta mafia viene negociando demandando sumas de dinero a los invasores son de propiedad del proyecto especial Chinecas, los cuales están sujetos a trámites de regularización en el consejo regional de Ancash, lo que quiere decir que no puede existir gente extraña que trate de sacar provecho de los mismos.
Esta actividad delincuencial no es ajena al conocimiento público de los Chimbotanos, por el contrario, hemos sido absortos testigos de la forma como pobladores o dirigentes vecinales que se han opuesto al accionar de estas mafias de traficantes de terrenos han sido cruelmente asesinados a través de la modalidad del crimen por encargo.
Ocurrió el año pasado cuando dos ex trabajadores de Chinecas fueron ultimados a balazos en el vehículo en el que retornaban luego de visitar los terrenos que tienen en el último sector de Nuevo Chimbote y del cual se negaron a salir a pesar que extraños sujetos los presionaban para que dejen esos lotes.
Igualmente, hasta tres o cuatro dirigentes de los asentamientos humanos que se han levantado en los terrenos de Chinecas han perecido bajo las balas de desconocidos delincuentes que actuaron como sicarios para ultimarlos por encargo de otros.
Se trataría de delincuentes que se encuentran purgando carcelería en el Penal de Cambio Puente, quienes dirigen estas mafias y disponen de gente que puede encargar a sicarios que acaben con la vida de quienes se ponen en su camino extorsivo y criminal, tal como también lo ha advertido el Juez de Paz Armando Caballero.
Cuando el representante de la Corte Superior del Santa reveló estas amenazas a la prensa se mostró convencido que no solo se trataba de elementos vinculados a la mafia de tráfico de terrenos sino que entendía que las llamadas salían del establecimiento penal de Cambio Puente, razón por la cual temía por su vida.
Sin embargo, apenas al día siguiente de formulada esta denuncia la Jefatura de la División Policial reaccionó de inmediato y dispuso que un efectivo policial brinde seguridad a este Juez que tiene su despacho en el A. H. Los Cedros, por ello es que fácilmente es víctima de las amenazas de estos delincuentes.
El Presidente de la Corte Superior del Santa, Dr. William Espinoza Tinedo recibió al Juez de Paz y se solidarizó con él, pidiéndole que no abandone el cargo pero exhortando a la vez a la Policía Nacional que no solo le brinde la seguridad que requiere sino que haga funcionar a sus aparatos de Inteligencia, que investiguen e identifiquen a esas mafias que están actuando en los asentamientos humanos de Nuevo Chimbote y en donde se imponen con el vocabulario de las amenazas y las balas.
No se puede soslayar que la semana pasada la Procuradora de la Municipalidad de Nuevo Chimbote, Dra. Aylin Luciano ha formulado una gravísima denuncia al manifestar que existen empresarios y abogados que están detrás de las mafias del tráfico de terrenos, personajes que manejan mucho dinero y que su objetivo es aprovecharse de los terrenos que los toman o los compran a ´precios irrisorios y luego encuentran la manera de sanearlos a través de sucesivas transferencias en registros públicos.
Para ello se valen de esta mal llamada Comunidad Indígena de Chimbote y Coishco que es una entidad que cree ser dueña de todos los terrenos libres que existan en nuestra ciudad bajo el falaz argumento que son herederos de los primeros pobladores de esta bendita tierra de promisión.
Inclusive, la semana pasada han desalojado a un individuo que ha tomado estos terrenos en la parte trasera de la Universidad del Santa, en un trazo que pertenece a la vía expresa y quien ante las autoridades presenta un documento de posesión extendido por esta Comunidad Campesina cuando esos predios son área pública e intangible.
Las autoridades no pueden perder de vista lo que viene ocurriendo en el distrito de Nuevo Chimbote con el tráfico de terrenos, más aun ahora que han llegado a lanzar amenazas de muerte contra un juez de paz y que han dejado regada mucha sangre de gente que ha tenido la valentía de oponerse a sus designios.
La solución está en la estrategia policial, ese bendito cliché que no existe en la Policía de Chimbote o qué está fallando clamorosamente y que se constituye en la herramienta principal para poder infiltrarse en los asentamientos del cono sur para conocer quiénes son los delincuentes que actúan en nombre de la mafia de trafico de terrenos hasta llegar a los promotores de todas estas acciones delincuenciales. Solo de esta manera se puede corresponder al dramático llamado que ha formulado la semana pasada el Juez de Paz Armando Caballero, quien ha lanzado una clarinada de alerta por lo que puede suceder.