Insólito:
Una de las noticias que dimos a conocer en nuestra edición del sábado último nos ha dado mucho qué pensar. Como parte del compromiso que han asumido con su comunidad, los miembros de la Ronda Vecinal del pueblo joven Tres de Octubre intervinieron a un sujeto dedicado a la micro comercialización de droga, cuyo centro de operaciones, por así decirlo, son los alrededores del lugar conocido como Cerro de la Cruz.
Cumpliendo con los protocolos que norman el accionar de estas organizaciones, luego de la intervención los miembros de la ronda vecinal condujeron al sujeto hasta la Comisaría de Villa María para que los policías, en nombre de la ley, cumplan su papel de custodios del orden y defensores de la sociedad.
Sin embargo, grande fue su decepción cuando llegaron a esta dependencia policial. Los efectivos que los recibieron dijeron que por nada del mundo ellos podían detener al micro comercializador ni registrar la intervención. Pues, según manifestaron, el individuo no tenía registrada ninguna denuncia ni requisitoria. Por lo tanto, los miembros de la ronda vecinal bien podían irse con su intervenido a otra parte. Por consiguiente, éste quedaba en plena libertad de continuar tranquilamente ejerciendo su ilícito negocio. Como para no creerlo, el micro comercializador de droga entró y salió de la comisaría como Pedro en su casa. Más fortalecido que nunca.
Pero no contento con esto y envalentonado ante la actitud pusilánime de los policías, el sujeto de marras amenazó de muerte a los miembros de la ronda vecinal, incluyendo a sus familiares, y dijo que cumpliría su palabra si se atrevían a intervenirlo nuevamente. Ante esta amenaza y conociendo de lo que es capaz el micro comercializador, a los ronderos vecinales no les quedó otra cosa que encaminarse a la sub prefectura a fin de solicitar garantías personales para ellos y sus familiares. ¡Qué lástima que este sea el precio que se tenga que pagar por defender la paz y la seguridad de la ciudadanía!.
Las rondas vecinales se han creado precisamente para eso, para brindar seguridad al vecindario y evitar el aumento de la delincuencia. Es el derecho que tiene la población a ejercer la autodefensa a través de una labor de prevención que padres y madres de familia asumen por propia iniciativa, a pesar de los riesgos que eso representa para su integridad personal.
Por lo demás, cabe recordar que, cada vez que se comete un crimen de gran magnitud, son las principales autoridades y los propios jefes policiales quienes invocan a la comunidad a auto protegerse y mantenerse en permanente estado de alerta. La zona de Tres de Octubre, igual que muchas otras de Nuevo Chimbote, es escenario de frecuentes actos delincuenciales que hacen que la población no se sienta segura, ni dentro ni fuera de sus domicilios.
Por otro lado, hace poco se dio a conocer que, de los cinco vehículos con los que cuenta la Comisaría de Villa María, solo uno de ellos está operativo. ¿Cómo se puede, entonces, menospreciar la labor de las rondas vecinales? Por el contrario, la policía debería más bien levantar la moral de estas organizaciones alentando y secundando su labor.
Si la policía le da carta libre a un micro comercializador, quiere decir que la venta de droga es en la práctica un delito legalizado.