Los serios problemas internos en la Fiscalía de Chimbote han derivado en investigaciones contra magistrados cuyo único pecado es cumplir su labor con arreglo a derecho, sin someterse a las exigencias o intereses de quienes ejercen el poder
Esto es lo que parece haber sucedido en el Ministerio Público del Santa, en donde la oficina de Control Interno, a pedido de la Presidencia de la Junta de Fiscales Superiores, ha iniciado una investigación contra la Fiscal Angélica Bayes Antúnez supuestamente por haber filtrado un documento interno a la prensa.
Los hechos están relacionados con los enfrentamientos que surgieron con la procuraduría anticorrupción como consecuencia de la desidia y negligencia de algunas fiscalías anticorrupción para tramitar las diversas carpetas a su cargo, pues les había advertido que muchas se encuentran con plazo de investigación ya concluido, lo que quiere decir que deberían haber emitido pronunciamiento.
En la medida que los fiscales anticorrupción no prestaron atención al requerimiento previo del procurador, el abogado del estado acudió al Juzgado anticorrupción para solicitar el control de plazo, es decir, para que el Juez advierta que las investigaciones ya se encuentran con plazo vencido y emplace a los fiscales a emitir pronunciamiento sea formulando su requisitoria escrita, solicitando ampliación del plazo de la pesquisa o demandando el sobreseimiento de la causa.
Lo grave es que no se estaba hablando de una, dos o tres carpetas fiscales, existían por lo menos 80 carpetas en esta situación, lo que no solo decía de una deficiente actuación de los representantes del Ministerio Público sino de una preocupante situación que podría derivar en la impunidad para muchos casos que han sido dejados paralizados y hasta abandonados por exclusiva responsabilidad de los fiscales a cargo.
Esta petición no fue del agrado de la Presidenta de la junta de Fiscales Superiores, quien dispuso mediante una circular que los fiscales anticorrupción informen a su despacho en cuantas carpetas fiscales el procurador anticorrupción ha coadyuvado en las investigaciones, como si el abogado del estado estuviera obligado a realizar las labores que son propias del Ministerio Público.
Sin embargo, era evidente que el objetivo de la titular del Ministerio Público era generar pruebas que le permitan recurrir al Consejo de Defensa Jurídica del estado para quejar al procurador y de alguna manera sacarlo de su camino, algo así como el recurso mediocre de aquel que se preocupa el mensajero antes que atender el mensaje.
Cuando la prensa dio a conocer esta hepática reacción, la Presidenta de la Junta de Fiscales pidió a la oficina de control interno que se investigue la filtración del documento por considerar que se trataba de un hecho desleal, derivando esta solicitud en una investigación contra la Fiscal Angélica Bayes Antúnez como si ella hubiera sido quien entregó la circular a los medios de comunicación cuando es absolutamente falso.
Hay que hacer la salvedad que la Dra., Nancy Moreno, al ser entrevistada por los medios de comunicación ha negado que solicitara que se investigue a la Fiscal Angélica Bayes, aun cuando ha admitido que sí pidió que se investigue la filtración del documento interno aunque no sindicó responsabilidad alguna en determinado fiscal.
Sin embargo, es evidente que existe un ánimo de sancionar a quienes se considera son los que entregaron información a la prensa cuando estos documentos no salen precisamente de los despachos de los fiscales, la Presidenta de la Junta de Fiscales es consciente que estos documentos siempre se van a filtrar porque llegan a una serie de dependencias vía notificación y hasta de su propia oficina han salido muchos documentos que han sido publicados por los medios de comunicación, es decir, que ésta es una práctica usual y no tiene nada de pernicioso porque lo que se advierte son situaciones negativas para una institución.
Lamentablemente acciones de este tipo solo han derivado en la descomposición del sistema anticorrupción al interior del Ministerio Publico de Chimbote, en las últimas semanas la mayoría de fiscales solicitó su apartamiento y su retorno a sus plazas de origen y aun cuando afirman y sostienen públicamente que ello obedece a razones personales, lo cierto que el resentimiento por esta clase de acciones es evidente.
En la administración pública apelar a estos argumentos es normal, diríamos que forma parte del protocolo, empero, como dice el conocido adagio, en realidad “la procesión va por dentro” y dice muy mal de la manera como se enfrenta una crisis institucional evidente en el organismo que tiene el monopolio de la acción penal.
Cuando se pretende buscar culpables lejos de explicar y justificar situaciones deficientes, se demuestra falta de argumentos y de criterio para manejar esas situaciones delicadas, es el típico personaje anodino que no se preocupa del tema de fondo sino de las formas y de lo anecdótico cuando busca desesperadamente al mensajero y olvida que hay un mensaje que es el que genera mayor preocupación en el entorno colectivo.
Justamente, cuando se actúa y procede de esta obscura manera se pone en marcha una “cacería de brujas” que es un escenario en el que se pone de manifiesto que los protagonistas ya cayeron en lo más bajo, que no tienen otra manera de evidenciar vindictas y represalias que solo hacen crecer más las heridas.
La Fiscal Angélica Bayes viene siendo objeto de una absurda persecución y ello se registra en su propia institución, la acusan de filtrar un documento a la prensa cuando ello es absolutamente falso, los medios de comunicación acceden a esta clase de informaciones de fuentes diversas, inclusive, hasta de anónimos que son válidos en la medida que se proporcionan documentos que están sujetos a una simple verificación.
No sabemos hasta donde se quiere llegar en el Ministerio Público con esta clase de investigaciones anodinas cuando el Poder Judicial los ha apercibido por no cumplir con las investigaciones sustanciales en la persecución del delito, en otras palabras, no cumplen con sus obligaciones en las carpetas fiscales pero quieren dedicar tiempo para investigar a sus propios integrantes. Esto tendría que interpretarlo Cantinflas, ningún otro como él.