Editorial

Editorial: ::: IMPORTANTE CONTRATO :::

La gerencia general del terminal portuario de Chimbote ha cerrado un contrato de alquiler la semana pasada para ceder en arriendo la tolva carbonera de sus instalaciones a una empresa de origen Hindú, la cual tiene previsto realizar exportaciones a partir del mes de junio del presente año.

El contrato de arrendamiento permitirá a la compañía extranjera utilizar no solo la tova carbonera ubicada en la parte norte del Terminal sino el patio adyacente de aproximadamente 11 mil metros cuadrados a efectos que allí se realicen maniobras de acopio y exportaciones de miles de toneladas de carbón antracita a granel que saldrán de asientos mineros de nuestra jurisdicción.

Lo importante de esta opoeración no solo radica en el hecho que se impulsará una serie de actividades económicas conexas, sino que además de generar una actividad a la tolva carbonera del terminal portuario, se ha conseguido que dentro del mismo contrato se incluyan estipulaciones que obligan a la empresa arrendataria a realizar mejoras en la infraestructura del Terminal.

En efecto, tal como se dio a conocer a la prensa, la empresa ARCHEAN ANDEAN ANTHRACITE S.A arrienda las áreas mencionadas del Terminal Portuario y se compromete a invertir en la modernización de la Tolva Carbonera de 216 metros de longitud, incluyendo la implementación de un sistema del retiro del carbón de la tolva, y su entrega a los vehículos de carga que lo transporten al lugar de embarque.

De la misma manera, el arriendo implica las mejoras en la zona 1, que es la principal zona de almacenamiento del Terminal y que cuenta con un área de maniobras de 10,887.88 m2, ubicada en la parte norte, colindante con la Tolva carbonera.

Esto ha sido destacado por los funcionarios que dieron a conocer la firma del contrato pues el alquiler de esos espacios a la Empresa hindú tendrá una importante renta mensual para el Terminal Portuario de Chimbote, en la medida que, mientras efectúa las inversiones, el tiempo estimado por la empresa hindú de estar en condiciones de iniciar las exportaciones, es en principio de unos 6 meses aproximadamente, aunque existe la posibilidad que pueda ser en menos tiempo.

En realidad estamos ante una buena noticia, una importante operación comercial que ha captado el Terminal Portuario cuyas instalaciones se encuentra en gran parte inoperativas por la escasa presencia de inversionistas que las utilicen y en la medida que ella se concentra, principalmente, en los embarques de harina de pescado y de sus derivados.

Sin embargo, la empresa de origen hindú ha encargado realizar una serie de estudios para evaluar las condiciones del mineral que requiere exportar de nuestro país y todo indica que los han hallado de muy buena calidad en los yacimientos que existen en la zona de Pallasca, en la Galgada y otros sectores en donde se explota y extrae este mineral de piedra que es muy utilizado en países desarrollados.

Hay que recordar que la explotación del carbón tuvo un auge en la década del 60, empero, fue cediendo y quedó postergado debido a sus altos costos en el transporte, el mismo que se vio afectado, primero, con la destrucción del ferrocarril de Chimbote, y, luego con las constantes destrucciones de la carretera Chimbote Pallasca, en el tramo de Quiroz como consecuencia de las lluvias y huaycos, viéndose afectada, precisamente, la zona de cuencas carboníferas que existen en esa zona de Pallasca.

Esto solo fue la secuela de una industria que quedó en un segundo plano en la medida que dejó de ser una generadora de energía para ceder a los potenciales de las centrales hidroeléctricas, el uso de los recursos hídricos fue la alternativa en todo el mundo y en nuestra jurisdicción el cauce caudaloso del rio Santa se constituyó en una de esas realidades con la construcción de la Central Hidroeléctrica del Cañón del Pato.

Pese a que la cuenca carbonífera de Santa era una de las dos principales fuentes de producción de carbón en el país, comparada únicamente con la de Oyón, lamentablemente esos cambios en el mundo dieron lugar a que la producción carbonífera quede únicamente reducida al ámbito de producción local y nacional, desaparecieron los grandes embarques que se exportaban a otros países y por ello la actividad de nuestro terminal portuario quedó también reducido a las actividades propias de la producción pesquera local.

Por ello, ahora es reconfortante conocer que una empresa extranjera no solo está interesada en utilizar las instalaciones del terminal portuario y para ello ha alquilado su tolva carbonera y sus patios de maniobras con la condición que fueran modernizadas con compromisos de inversiones que han sido convenientemente estipulados en el contrato, sino que esa sola mención implica que se reactivará la producción y explotación de los centros carboníferos de Pallasca.

Es evidente que si una compañía extranjera le ha puesto el ojo a Chimbote para poder extraer carbón de piedra es porque el centro de producción y acopiamiento del mineral es la zona de la Galgada y todos los anexos en donde existen yacimientos completos en donde se ha hallado concentraciones de alta calidad.

No se puede soslayar el hecho que el calentamiento global ha derivado en la desglaciación en las zonas de la Cordillera, ha mermado los niveles de agua en los principales afluentes, de allí que en los países desarrollados ya advierten que con el paso de los años la falta de agua será un serio problema para la generación de energía, de allí que están echándole el ojo al carbón como una alternativa.

Hay que saludar el cierre de este contrato de alquiler que, como en alguna oportunidad lo señalamos en este mismo espacio editorial, es la secuela de los buenos contactos y las mejores relaciones comerciales y financieras que tienen los funcionarios del Terminal Portuario, una de las pocas entidades regionales en las que el gobernador regional no ha puesto la mano con fines políticos y por ello hoy celebramos con especial regocijo que se haya concretado un importante contrato que derivará en beneficio de una entidad que pretendía ser concesionada cuando en realidad puede manejarse de manera eficiente cuando a sus funcionarios les permiten actuar en un escenario eminentemente técnico.