Editorial

Editorial: ::: MÁS IMPROVISACIÓN :::

Atendiendo el pedido de los 20 directores de las diferentes Ugeles que existen en Ancash, la Dirección Regional de Educación ha decidido postergar el inicio del año escolar y el primer día de clases será el próximo lunes 21 de este mes.

Así lo dieron a conocer poco antes del fin de semana último cuando los representantes de las UGELES se reunieron en Huaraz y debatieron el pedido de varias de estas jefaturas, entre las que se incluyó a la UGEL Santa, quienes demandaban la postergación del inicio de clases como consecuencia del fenómeno de El Niño.

Inclusive, el director de la UGEL Santa, Robert Medina Gamboa, había anunciado unos días antes que su despacho se había sumado al pedido de otras Ugeles señalando como fecha de reinicio de clases el Lunes 28, es decir que consideraban que las vacaciones escolares deberían extenderse por dos semanas más, lo cual obviamente no ha prosperado.

Las motivaciones de las autoridades educativas se sustentan en la presencia de intensas lluvias en la zona sierra y el fuerte calor en la zona costa, todo ello como consecuencia de la presencia del fenómeno de El Niño que comienza a causar estragos en varios sectores de la población y consideran que ello amerita la postergación en el inicio del año escolar.

Sin embargo, la medida es sumamente cuestionable, pone de manifiesto la absoluta falta de una planificación en el sector educación en la medida que se adoptan acuerdos en función a los intereses de cada funcionario y sin que se cuente con un informe que haya evaluado la situación o que recomiende una medida de este calibre.

Y es que los medios de comunicación que informan a diario lo que acontece con este clima sumamente alterado por la presencia de las corrientes de aguas calientes en el litoral no han reportado hasta el momento hechos de suma gravedad, como deslizamientos, huaycos o desbordes, a lo sumo se registró un bloqueo de carreteras en Pallasca pero ninguna otra contingencia grave.

De la misma manera, si bien es cierto existen algunas zonas que están más golpeadas por estas precipitaciones, esto no sucede en gran parte de la región, de allí que extraña que la medida se haya generalizado cuando, por ejemplo, en Chimbote no se amerita una postergación por que las condiciones del clima no van a variar en solo una semana.

Precisamente, un grupo de docentes cuestionaba la posición que asume el director de la UGEL Santa al sumarse como borreguito al pedido de otras UGELES cuando no dijo esta boca es mía hace poco más de una semana atrás, cuando estábamos ad portas de iniciarse las clases en los centros educativos particulares que, como es de dominio público, suelen iniciar el año escolar con anticipación a los colegios estatales.

Por el contrario, la propia UGEL Santa propaló a través de su cuenta en las redes sociales que el inicio del año escolar en los colegios privados, el pasado lunes 07 de este mes, se había desarrollado sin inconveniente alguno y los inspectores que se desplazaron por los principales centros educativos no hallaron nada anormal y, por el contrario, elevaron informes en los que dan cuenta que no existieron inconvenientes de ninguna clase en este sector.

Ello quiere decir que aun cuando la ola de calor ha afectado a los escolares se viene impartiendo clases en los colegios particulares, entonces no se entiende cual es la diferencia entre unos y otros estudiantes, todos ellos son de carne y hueso y si la UGEL Santa considera que la ola de calor que soporta la ciudad en estas semanas es perjudicial para los estudiantes ello debió expresarlo con la debida anticipación, antes que los colegios particulares inicien sus actividades lectivas.

No haberlo hecho en su debido momento y propiciando que se posterguen las clases en los colegios estatales solo pone de manifiesto una preocupante incoherencia en las decisiones de la autoridad educativa, posiciones vacilantes que no dice nada bien de un deslinde con la discriminación tratándose de escolares de instituciones educativas privadas con las estatales.

Estas absurdas vacilaciones se arrastran desde el año pasado, cuando la misma autoridad educativa avaló el pedido para que se adelante el fin del año escolar, que se estudien los días sábados en el último trimestre y se reprograme las evaluaciones de fin de año porque las clases concluyeron el 30 de noviembre.

Sin embargo, el tiempo se encargaría de demostrar que esa también fue una medida apresurada, una decisión que no se sabe en qué medios probatorios se sustentó en la medida que el fenómeno de El Niño recién se estaba anunciando y no se tenía certeza que se pusiera de manifiesto antes de fin de año en el 2015.

Por el contrario, las recientes precipitaciones y las fuertes ondas de calor corroboran que los cálculos el año pasado estuvieron totalmente equivocados y que se adelantó el fin del año escolar sin motivo alguno, lo único que se consiguió es alterar todo el plan educativo, y, seguramente, impedir que en algunas instituciones educativas se cumpla con el dictado de todos los cursos.

Ahora se apela a esta misma actitud que genera únicamente incertidumbre, que desestabiliza los planes educativos presentados por los docentes y las programaciones de cada uno de los planteles, nos imaginamos que deberán correr sus actividades una vez por una semana y que el año escolar en las entidades estatales concluirá en las vísperas de la navidad.

Por lo menos en los colegios de la zona costa no parece existir motivo alguno para que se haya postergado el inicio del año escolar por un año más, esto no solo es una pérdida de tiempo sino que es un cúmulo de acciones y decisiones que solo ponen en evidencia unas absoluta improvisación en el sector educativo de la región.

Las autoridades no tenían que generalizar frente a situaciones de emergencia que se están generando por las intensas lluvias, si había alguna necesidad de hacerlo debieron proceder de manera específica, señalando los lugares en los cuales exista inconveniencia de iniciar clases y suspender solo en esos sectores. Se ha comenzado nuevamente revés, se cometen errores en temas que se supone ya se tiene experiencia y no se deben volver a repetir. La improvisación agobia a las autoridades educativas, de eso no nos cabe la menor duda.