Un grupo de trabajadoras de la empresa pesquera Hayduk, denunció públicamente al ingeniero de congelado Jaime Ramos Pillaca, quien haciendo uso de la prepotencia, el abuso y la tiranía no dudó en despedirlas de sus puestos de trabajo sin derecho a ninguna liquidación que les corresponde toda vez que la mayoría tienen más de 10 años laborando.
La explicación es clara, cualquier trabajador que le reclama por los abusos que viene cometiendo, simplemente son echados a la calle sin derecho a nada, tal es así que de un promedio de 600 obreras, ahora prácticamente quedan 320, quienes viene siendo explotadas, denunciaron.
“A nosotras nos ha botado porque reclamamos nuestros derechos, es un abuso nos hacen trabajar sin las condiciones mínimas, no nos reconocen las horas extras, no nos pagan nuestras utilidades, y el trato que nos dan es de lo peor”, señalaron alguna de las afectadas, entre ellas María Valverde Córdova, Dina Cesías Pastor, Mónica Urbano Blas, Dora Seminario Poémape, sin embargo hay muchas más que tienen temor a represalias, por eso evitan identificarse.
De manera abusiva y cobarde cuando le reclaman este “señor”, les dice que él no les engaña, (respecto a sus pagos) mas bien deben cuidar a sus maridos que si le engañan, “es intratable, un tirano, un sujeto de lo peor se burla de todas nosotras, pero estamos decididas hasta el final, y denunciamos porque ya no pensamos regresar, la denuncia la llevaremos hasta el Ministerio de Trabajo de Lima, alguien tienen que ver este tema”, agregaron.
El principal motivo de reclamo es que no les paga de acuerdo a las horas trabajadas, se pasan cerca de 15 horas y les reconoce por 12 horas, sin considerar que trabajan en un ambiente que hace demasiado calor, hay ventiladores que no funcionan, y muchas de las trabajadoras se desmayanÂÂ por la elevada temperatura, además les dan para tomar agua de caño, es decir es un trato inhumano.
“Hay personas que están trabajando y se desvanecen mucho calor se siente, pero lo que hacen es sacarlas a otro ambiente y reemplazarlas por otras personas, también cuando alguien se accidenta no quiere que vayan directamente al hospital, sino primero a su casa de ahí al hospital y que no reporten como accidente de trabajo porque la empresa no puede opacar su prestigio”, agregaron estas trabajadoras afectadas.
Dijeron además que el maltrato también viene por parte de la controladora María Núñez que no duda en accionar de manera abusiva contar el personal y nadie le puede decir nada porque es una persona intratable.