Editorial

Editorial: ::: JUSTO RECLAMO :::

Los deudos de Natividad Tarazona Suárez, un morador de 55 años trágicamente fallecido frente a su vivienda del A.H. 14 de Febrero, mostraron carteles y lanzaron impotentes gritos demandando se haga justicia mientras trasladaban su féretro con sus restos para darle cristiana sepultura.

Esta fue la secuela de un infortunado incidente registrado la semana pasada en el mencionado sector del distrito de Nuevo Chimbote, en donde el occiso murió fulminado por una fuerte descarga eléctrica que recibió al pisar un cable de alta tensión que se había descolgado del tendido público que pasa por este lugar.

De acuerdo a lo que fue materia de información, Natividad Tarazona había salido de su domicilio sacando las bolsas de basura como lo hacen diariamente todos los moradores cuando escuchan las campanas del carro recolector de la Municipalidad que se acerca para llevarse los desperdicios.

Cuando retornaba a su vivienda un fuerte grito y un golpe seco llamó la atención de los vecinos que estaban en la zona pues Tarazona Suárez había caído tendido al suelo y presentaba gran parte del cuerpo con graves quemaduras, percatándose casi de inmediato que la causa era un cable que había caído del poste y que estaba pelado y expuesto en el suelo, como una verdadera trampa mortal.

Los vecinos indicaron a la prensa que lamentablemente hacía diez días antes los cables de los postes de energía se habían descolgado y estuvieron llamando a la empresa Hidrandina constantemente para que los arreglaran y colocaran como corresponde, sin embargo, jamás fueron escuchados.

La semana pasada nadie se había percatado que el cable ya no estaba solo descolgado sino que se había desprendido y una de ellos había quedado tendido en el suelo, sin que el morador se haya percatado que representaba un grave peligro y por ello al rozarlo sencillamente recibió una potente descarga eléctrica.

Como suele ocurrir en este país y con las empresas negligentes, solo después de ocurrida la desgracia los operarios de la empresa Hidrandina llegaron en gran número y premunidos de camionetas y escaleras con la finalidad de retirar el cable en mal estado y refaccionar el tendido eléctrico, cuando ya un vecino había sufrido la grave secuela de esta irresponsabilidad.

Inclusive, al lugar llegó el asesor legal de la empresa que suministra la energía, empero, tal cual funcionario burócrata que elude las preguntas engorrosas, se negó a responder a los periodistas que habían llegado al lugar para cubrir información y solicitaban los alcances de esta tragedia no solo a las autoridades policiales sino a los vecinos que fueron testigos de tan horrendo incidente.

Por ello es que ya en el sepelio los vecinos reaccionaron indignados para demandar que esta empresa se haga responsable de la secuela de esta muerte, que no eluda su responsabilidad como han advertido que pretende hacerlo al ordenar la publicación de un comunicado en el que, lejos de asumir sus compromisos y obligaciones, lo primero que hace es tratar de deslindar responsabilidades.

Los dolidos familiares dijeron que lamentablemente la empresa lo que busca es eximirse de toda responsabilidad a pesar que es ella la que debería haber evitado que se produzca este desenlace cuando los moradores les advirtieron que los cables estaban descolgados y se mostraban a punto de caer, empero, no respondieron e ignoraron este llamado.

De acuerdo a lo que se ha informado, la empresa alega que el hombre se electrocutó por su propia negligencia al haber tratado de manipular el cable que se encontraba suelto, empero, esta no es una causa de justificación por cuanto, en el supuesto negado que haya sido así, pues este descargo está sujeto a una verificación, tampoco le resta responsabilidad toda vez que el cable suelto estaba en el suelo y expuesto, poniendo en grave riesgo no solo al morador que finalmente ha muerto, sino a muchas otras personas, especialmente a niños que estudian muy cerca a este lugar.

El hecho que ha generado esta tragedia es la existencia de un cable suelto que la empresa debió retirar de inmediato, empero, existe suficiente evidencia que no lo hizo y que ignoró el llamado de los moradores por espacio de varios días antes que se desprendiera y evitar que se consumaran estos hechos.

Los usuarios no son quienes deben manipular las instalaciones eléctricas, menos aún las del tendido público que suelen conducir miles de voltios y representan un serio peligro para la vida y la integridad de las personas, es la empresa Hidrandina la llamada a rehabilitar y retirar los cables sueltos, con mayor razón cuando ha sido advertida de esta situación por los propios usuarios.

De allí que llama poderosamente la atención que lejos de solidarizarse con los afectados, lejos de hacer llegare un pésame a los deudos, la empresa Hidrandina haya buscado que sacar cuerpo a su responsabilidad y acometiera contra los perjudicados para generar esta agria reacción de quienes entienden que se burlan de su congoja.

Ojo que no es la primera vez que se registran estas reacciones, son constantes las quejas de los usuarios respecto al quemado de sus artefactos eléctricos como consecuencia de descargas eléctricas que se producen por la falta de prudencia en el suministro de energía, empero, cuando se le exigen cuentas a la empresa responsable siempre salen con esta clase de evasivas y las públicas quejas no nos dejan mentir.

Si existen autoridades en Chimbote que se encuentren en capacidad de hacer ver a la empresa Hidrandina que, como cualquier otra, su actividad genera una responsabilidad extracontractual que está en obligación de asumir, que la llamen al orden, no se tiene que esperar reacciones virulentas que se registran en otras ciudades como Huaraz en donde la turba es capaz de extremar las censuras, más aun cuando todos advierten que estamos ante un justo reclamo de familiares de un hombre que ha sido víctima de la negligencia al recibir una potente descarga eléctrica por hallarse un cable de alta tensión expuesto en el suelo. Basta ya de actitudes necias e irresponsables.