Editorial

Editorial: ::: CLIENTELAJE MEDICO :::

Es un lugar común escuchar quejas y protestas del manoseo que se registra habitualmente en el entorno político de los gobernantes de turno respecto a los contratos de trabajo que se suscriben en las dependencias públicas, municipales y regionales, todos los cuales tienen que ver con pagos debajo de la mesa.

Ello porque los contratos de servicios se manejan bajo una óptica netamente política, allí surgen los tarjetazos, el compadrazgo y la meritocracia suele quedar de lado, de allí que a esta actividad la denominan clientelaje político.

Forma parte de esta manipulación política las corrompidas maniobras que suelen afectar a la clase trabajadora, aquella que se ve compelida a tener que ceder parte del sueldo que perciben  por el favor que le hacen al acceder a un contrato de trabajo o aceptar una suerte de diezmo que ahora le denominan “cupo”, es decir, el importe que debe entregar un trabajador y hasta un profesional a quienes deciden los contratos de servicios para poder acceder a una plaza que se encuentra vacante.

Lo cierto es que, aun cuando de manera subliminal, esto rige en la administración pública, municipal y regional, empero, ninguno de los trabajadores se atreve a denunciarlo porque sencillamente ha pasado a formar parte de una mala costumbre a la que se tienen que adecuar o de lo contrario quedan al margen de una actividad laboral.

Lamentablemente, estas sucias y corrompidas costumbres ya rompieron las garras de la burocracia y ha llegado a niveles insospechables, como la reciente denuncia que ha realizado el Colegio Médico del Perú respecto a los presuntos pagos de “cupos” que se viene exigiendo a médicos de las diferentes postas u hospitales del sector salud para que les puedan renovar el contrato, tanto así que en caso se nieguen a acceder a estas demandas los retiran de los cargos.

Esta grave revelación, que solo echa sombras sobre un sector en el que debe predominar la calidad y el profesionalismo de los agentes del sector salud, ha sido expuesta el último fin de semana por los dirigentes del gremio médico nacional y de la localidad, quienes han señalado que estos hechos se registran en la Red de Salud Pacífico Sur, entidad dirigida por el médico Hugo Meléndez Cuentas, quien se habría rodeado de elementos que usan la extorsión para obtener dineros de los profesionales médicos.

Con este motivo llegó a nuestra ciudad el Dr. José Luis Díaz Callirgos, director del Instituto de Defensa legal del Colegio Médico del Perú, acompañado del Dr. Amador Vargas Guerra, Past Decano del Colegio Médico del Perú, quienes anunciaron que se tomarán una serie de acciones con la finalidad de armar toda una estrategia legal que permita denunciar penalmente estos hechos, no sin antes, poner en conocimiento de esta situación irregular y grave al Director Regional de Salud y al propio gobernador regional de Ancash, a quienes ya solicitaron formalmente una reunión de trabajo.

Obviamente, apenas se difundieron estas acusaciones, el aludido Hugo Meléndez Cuentas no solo las ha rechazado y ha desmentido los cargos, sino que haciendo gala de una prepotencia verbal ha amenazado con plantear querellas contra aquellos que han recurrido a su gremio profesional para denunciar este pago de “cupos”, alegando que ya tiene conocimiento de quienes son los que han promovido estas denuncias.

Nuevamente nos encontramos con el mediocre recurso de aquellos que se preocupan del mensajero antes de sustentar y demostrar que el mensaje es falso, por el contrario, cuando se hizo esta pública revelación se advirtió que cuentan con pruebas elocuentes de los hechos presuntamente delictivos, se aludió a que existen fotografías, filmaciones, documentos y hasta correos electrónicos que estarían confirmando esta actividad delincuencial.

El Director de la red Pacífico Sur ha señalado que jamás se ha reunido o ha exigido el pago de cupos a los médicos de las diferentes reparticiones de la entidad a su cargo, y es que la denuncia no lo sindica directamente como el personaje que se encarga de exigir estos pagos ilícitos, sino que se refiere a la presencia de gente de su entorno que se encarga de llevar el mensaje extorsionador, como lo señalaron oportunamente.

Es importante que el gremio médico nacional haya decidido tomar parte en este caso, ha llegado a Chimbote para respaldar a su gremio local dirigido por el Dr. Guillermo Barrantes Reyes, pues no se puede permitir que la salud de la población resulte siendo también instrumento de los malos politiqueros que acceden a las reparticiones públicas solo para sacar un beneficio económico y, en este caso, delincuencial.

Así como han llegado para ver el tema de los cupos, el gremio médico nacional no ha ocultado su preocupación por lo que ocurre en la Red Pacifico Norte , en donde ya se tiene conocimiento del festín que se hace con los presupuestos públicos, como que el titular de esta dependencia,  Johnny Cano Suárez, habría contratado desde que empezó su gestión hasta 16 abogados, además de una serie de irregularidades en los pagos de viáticos, modificación de partidas presupuestarias para utilizar dinero destinado únicamente para atención de salud en gastos corrientes, según se dio a conocer en la rueda de prensa.

En realidad, en ambos casos, tanto en la Red Pacífico Sur como en la Red Pacifico Norte ya el Ministerio Público ha dispuesto el inicio de investigaciones preliminares contra los titulares y funcionarios de ambas dependencias, y, aun cuando se trate de temas distintos a los mencionados por el gremio médico, ese solo hecho nos pone de manifiesto que las reparticiones del sector salud de Chimbote han sido tomadas con voracidad política.

Hace muy bien el gremio nacional al desplazar a su engranaje legal en busca de esclarecer hechos sumamente negativos y dolosos que se han denunciado en el sistema del sector salud de Chimbote y con la finalidad de exigir que se investigue y denuncie penalmente a los responsables, sean ellos o no gente del entorno del director o de los funcionarios de turno, lo que no se puede permitir es el clientelaje médico, ese que intenta involucrar un sector tan sensible e importante como es la salud en los manejos turbios y desaliñados que arrastra la politiquería.