Editorial

Editorial: ::: PURO CUENTO :::

Siempre se dijo y se reclamó que el nombramiento de los funcionarios de las principales entidades públicas, cualquiera fuera su naturaleza, debería realizarse a través de concurso público, pues solo de esa amanera se garantizaría que los seleccionados respondan a los méritos y demostrada capacidad.

De esta manera se pondría punto final al clientelaje y el tarjetazo que predomina en el nombramiento de funcionarios en la medida que las entidades públicas dependen de autoridades que responden a elecciones de índole político, los que encabezan los pliegos son personajes que tienen compromisos partidarios o amicales y por ello los nombramientos casi siempre resultan los más desatinados.

Ejemplos sobran, basta ver lo que sucede con las entidades del gobierno regional para tener una idea de lo pésimo que se conducen las entidades públicas, como que en el proyecto Especial Chinecas se llegó a designar como gerente a un médico, cuando se supone que para poder conducirlo y promover su ejecución se requiere un especialista en temas agroindustriales, sea un ingeniero, un economista o de carreras similares.

Por ello es que muchos batieron las palmas y respiraron aliviados cuando se anunció que el nombramiento de los Directores de la UGELE´s en todo el país se desarrollaría a través de concurso público, acto que fue normado y promovido por el Ministerio de Educación.

Y es que las unidades de gestión educativa local, como se denominan a las entidades que administran el sector educativo de cada provincia, dependen de los gobiernos regionales y en esas manos su manejo está sometido al interés político del gobernante de turno, no podemos olvidar que en la época de la red criminal en Áncash los sectores salud y educación se disputaban entre los consejeros y representaban presas preciadas con las cuales el ex presidente regional César Álvarez Aguilar negociaba el apoyo de los miembros del consejo regional para poder obtener una mayoría que en los papeles no tenía.

Sin embargo, el mentado concurso público ha resultado una absoluta decepción, fue bosquejado de tal manera que finalmente el interés político y el económico ha primado en la selección de los nuevos titulares de estas entidades y por ello se viene demandando, con absoluta justificación, la nulidad del mismo.

La razón es una sola, al final en este concurso no han resultado seleccionados los mejores, los más capaces, los que en las evaluaciones han obtenido las mejores notas, por el contrario, han aparecido nombres de quienes sin haber destacado en las evaluaciones obtuvieron las preferencias de quienes manejan la Región, es decir, del propio Waldo Ríos y los funcionarios de la Dirección Regional de Educación.

Ello ha sido así por cuanto las bases del concurso establecieron la formación de una comisión que estaba formada por el representante del Presidente Regional, del Directror Regional de Educación y un delegado del Ministerio de Educación, quienes son los que llevaron adelante las evaluaciones escritas, la revisión de las curriculas y la entrevista personal, empero, al final de ellas establecieron una nota cuyo mejor promedio no decidía quien ganaba la plaza.

Nos explicamos, tras las evaluaciones se dispuso que se formen ternas entre los mejores ubicados para cada plaza, de tal suerte que allí recalaron aquellos que ostentan la mejor nota y otros que estaban más rezagados, habiéndose establecido que de estas ternas la comisión debería elegir a uno.

Esto ha dado lugar a una serie de comentarios en razón que finalmente la comisión con mayoría de representantes del gobierno regional, ha designado no solo a los que más les conviene, no solo a quienes son afines a su línea política, sino con quienes ha podido conversar y llegar a acuerdos de alguna clase, por lo que el objetivo del concurso queda virtualmente de lado y ha generado una ola de críticas.

Nadie entiende las razones de formarse ternas cuando los méritos se miden por el puntaje que obtiene cada postulante, si finalmente van a dejar de lado los resultados de las evaluaciones entonces el mentado concurso es puro cuento, nos han vendido un ómnibus al afirmarse y sostenerse que el concurso público colocaría a los mejores en cada UGEL, lo cual no es cierto. Esperemos que la Defensoría emita una opinión y demande, como lo ha hecho la Comisionada de Huaraz, la nulidad de este proceso.

                                               ESPERADA INSPECCION

La Fiscal Roxana La Chira Sandoval, de la primera Fiscalía Provincial Penal de Nuevo Chimbote,  ha realizado la semana pasada una inspección en los terrenos de propiedad del proyecto especial Chinecas y que han sido invadidas por cientos de familias que están a la espera de una formalización con la transferencia de los mismos a la Superintendencia de Bienes Nacionales.

Empero, en esta oportunidad, ha llegado a un asentamiento que ha sido levantado por la llamada Comunidad Indígena de Chimbote y Coishco, integrada por personajes que han lanzado la peregrina tesis de los derechos sucesorios de los primeros pobladores de Chimbote, en otras palabras, asumen ser los propietarios de todo predio que se encuentre libre en nuestra ciudad, lo cual resulta descabellado a estas alturas.

Sin embargo, en la zona sur del distrito de Nuevo Chimbote, se han establecido en medio de denuncias que dicen que se trata realmente de traficantes de terrenos, de gente que solo se lucra de la necesidad de vivienda de muchas familias a las cuales les venden lotes que no les corresponde, por ello es que Chinecas los ha denunciado ante el Ministerio Público.

Inclusive se sabe que estos terrenos no se encuentran dentro de las 308 hectáreas que están siendo transferidas a Bienes Nacionales con la finalidad de cambiarse de uso y entregarse con fines de vivienda para formalizar a las familias que allí habitan, por lo que la venta que se hace a terceros resulta realmente una estafa.

Ahora que ha intervenido el Ministerio Público se espera que se deslinde la naturaleza de estas invasiones y se decrete, si es que corresponde, el desalojo de esta comunidad indígena que se aprovecha de mucha gente con el cuento de la venta de un lote de terreno.