Editorial

Editorial: ::: EL QUE NO LA DEBE… :::

Tan pronto como retornó del extranjero y se reincorporó en el cargo, el Gobernador regional Juan Carlos Morillo respondió los serios cuestionamientos que se formularon en su contra desde todos los sectores políticos, a raíz del reportaje televisivo propalado por el programa televisivo “Cuarto Poder”, en el cual el procurador anticorrupción muestra las graves irregularidades que vienen siendo investigadas y que involucran a una empresa del actual gobernador.

Se trata de la obra de construcción del Canal Santa – San Bartolo, la misma que fue calificada por el procurador como una obra fantasma, en la cual existen canales que son solo una acequia y que es una obra que no se terminó pero que, suspicazmente, por la cual se pagaron nada menos que el doble del valor por la que fue licitada.

Inclusive, el Gobernador ha grabado un spot televisivo que se ha colgado en las redes sociales del gobierno regional, en el cual da los alcances de esta denuncia a la que responde como no lo hizo en el marco del reportaje que sabía se iba a propalar y que, sin su descargo, dejó serias dudas de su accionar.

El Gobernador comenzó por calificar de ignorante al procurador por el hecho que se haya considerado la obra como fantasma, cuando esa obra se terminó y se liquidó y si bien reconoce que existió un tramo que no se hizo, señaló que ello obedeció a un problema de índole técnico que los obligó a realizar deducciones del monto total.

De la misma manera, calificó a los medios de comunicación como “irresponsables” por emitir esta clase de reportajes que le hacen mucho daño a la gobernabilidad de Áncash y porque pone en serio riesgo la continuidad de Chinecas pues podrían conseguir que se deje sin efecto el respaldo financiero del gobierno al propalar mentiras como esas.

Es evidente que no se puede dejar de comentar la respuesta del gobernador como en su momento lo hicimos con la revelación periodística y habría que comenzar por los calificativos del Gobernador, como aquello de afirmar y sostener que la obra del Canal Santa San Bartolo se terminó, que fue liquidada y por ello no puede decirse que es una obra fantasma porque ello solo revela ignorancia.

Esto no es cierto, la obra no se terminó y basta ver las imágenes para concluir esto, si bien es cierto se realizaron tramos del canal existen otros que quedaron en nada, allí se aprecia apenas una enorme acequia que es la que utilizan los agricultores, entonces no se puede decir de manera ligera que la obra se terminó.

Ahora bien, si el Gobernador señala que se hicieron deducciones, la pregunta que todos nos hacemos ¿Por qué no señaló cuales fueron esas cifras, porque no se dice cuanto es lo que presuntamente se dejó de cobrar?

Esta última pregunta es pertinente en la medida que el monto que finalmente se cobró fue de 36 millones de soles, cuando el monto de la licitación, es decir, la obligación del gobierno regional, fue de 17 millones de soles, en otras palabras, se terminó cobrando poco más del doble del monto de la obra sin que ella fuera terminada. ¿Cómo se podría calificar esto? ¿Cómo algo regular o realmente sospechoso?

Esto de afirmar que la obra fue liquidada es solo un verso, el gobernador sabe y es consciente que en esos años la red de corrupción hacía lo que se le venía en gana, por ello liquidar una obra en esas condiciones no era problema en esos tiempos en que todas las instancias estaban conchabadas.

Justamente, esto último forma parte de la investigación pendiente en la medida que para poder cobrarse semejante dineral, la empresa recurrió a un arbitraje y en la misma denuncia se dice como se manejó ese tema, con la escandalosa anuencia del proyecto irrigador que permitió que se cobren millones de soles por intereses y convalidando los suspicaces adicionales que resultaron siendo más costosos que la obra misma.

De la misma manera, el Gobernador ha acusado a los medios de comunicación por haber sacado este tema nueve años después de haberse ejecutado la obra, señalando que ese solo hecho pone de manifiesto la intencionalidad de perjudicar su imagen para conseguir con ello que se pierda la inversión que se ha conseguido para el proyecto especial Chinecas.

La verdad es que no entendemos que tiene que ver una cosa con otra, por el contrario, llama la atención que se hable de algún cálculo político en la difusión de esta denuncia periodística cuando todos saben que este tema no es nuevo, que el año pasado se expidió la disposición fiscal que ordena continuar la investigación preliminar contra varios ex funcionarios y contra el representante legal del consorcio al cual pertenece la empresa de propiedad del, Gobernador.

Nadie ha esperado nueve años para acusarlo, lo que ocurre es que recién después de la caída de la red de corrupción en Áncash se pudieron realizar las investigaciones respecto a los fraudes perpetrados en la gestión de César Álvarez y allí se hallaron los serios desbalances de esta obra del Canal Santa San Bartolo en la que esta incursa la empresa cuya titularidad es del Gobernador.

No es un tema de años, nadie ha inventado los cargos, existe un proceso judicial en ciernes, la Fiscalía viene investigando en la carpeta fiscal por estos hechos y los cuales no se han generado o promovido a instancia de una denuncia de algún enemigo político del Gobernador, por el contrario, esta pesquisa se inicia en mérito de un informe de la contraloría general de la república, un documento que tiene la condición de prueba pre constituida y que debería inquietar a los implicados.

El Gobernador ha calificado al procurador anticorrupción como payaso por el solo hecho de cumplir sus funciones, lo mismo hizo hace poco más de un año el ex alcalde (e) Julio Cortez Rojas porque la procuraduría sostenía las acusaciones que hoy lo han llevado a la clandestinidad.

Los funcionarios deben ser mas permeables, deben entender que su función los expone a esta clase de acusaciones y quienes las promueven son los procuradores, consecuentemente, no existe razón alguna para exaltarse y atacar al mensajero, hay un sabio adagio que dice que “quien no la debe…no la teme” y el Gobernador Juan Carlos Morillo debe tenerlo en cuenta y permitir que se investigue ese y muchos otros casos más.