Editorial

Editorial: ::: LA SALUD ANTE TODO :::

El dirigente del Mercado Buenos Aires, Orlando Salazar Montenegro ha revelado la semana pasada que la empresa Sedachimbote ha clausurado el sistema de alcantarillado del mencionado centro de abastos en razón que reclama el pago de una cuantiosa deuda cuyo reconoció miento se encuentra sujeto a un reclamo.

Pero lo más grave es que el mismo dirigente ha señalado que esta delicada medida se suma a otra que ya lleva unos meses, cuál es el corte del suministro de agua como consecuencia del mismo problema de incumplimiento de pago que los comerciantes del mencionado centro de abastos no reconocen.

El grave problema se remonta a muchos meses atrás cuando la empresa de saneamiento le gira al mercado Buenos Aires un recibo de consumo que supera los 250 mil soles, alegando que corresponde al consumo de muchos meses que han dejado de pagar en toda su extensión.

Sin embargo, el dirigente ha precisado que Sedachximbote le pretendía cobrar con ese requerimiento de pago los consumos que realizan los comerciantes de la denominada zona de ampliación, un registro que ellos no reconocen porque esos puestos no forman parte del centro de abastos que reúne a la Asociación de Comerciantes del Mercado Buenos Aires.

En realidad todos los chimbotanos sabemos que en el mercado Buenos Aires se formó hace muchos años una zona de ampliación que la dirigencia de este centro de abastos no reconoce y que han trabajado allí con una propia dirigencia y con gestiones y trámites que han realizado por su cuenta ante las autoridades municipales y con los diversos avales que han pasado por la casa consistorial de Chimbote.

Incluso, se sabe que estos enfrentamientos llegaron a su máxima expresión cuando hace tres años promovieron un desalojo judicial de varios de estos comerciantes de la zona de ampliación en la medida que reclamaba que un grupo de ellos habría invadido una franja que les pertenece y por ello accionaron judicialmente.

Esos comerciantes de la zona de ampliación fueron desalojados por la justicia, sus puestos fueron demolidos porque la franja de terreno lo correspondía a lo que antes era un patio de estacionamiento de la desaparecida empresa ENATRU que administró el servicio de transporte masivo en una oportunidad en nuestra ciudad.

Lo cierto es que en aquella ocasión se advirtió la evidente pugna y animadversión entre los comerciantes del Mercado y aquellos que se ubican en la zona de ampliación, estos últimos debieron replegarse a una zona de estacionamiento en donde permanecieron de manera informal por algunos meses hasta que la municipalidad los obligó a retirarse y sumarse de alguna manera a los puestos que estaban vacíos en el interior del mercado.

Sin embargo, a pesar que existe marcada diferencia entre los grupos de comerciantes del mercado y la ampliación, al parecer, solo se preocuparon en dividir en documentos sus respectivas agrupaciones pero nadie se fijó en la prestación de los servicios básicos, como los de agua y alcantarillado pues solo existía un medidor pero el consumo era de los dos grupos y hasta de 25 personas que pagan por su cuenta el servicio.

He allí la madre del cordero, al existir un solo medidor, los comerciantes de mercado modelo no quisieron pagar el consumo de otros, reclamó insistentemente la independización del suministro pero a la empresa no le conviene hacer efectivo el cobro sino de manera conjunta.

Así las cosas, el problema tendría que estallar en algún momento y ello ocurrió cuando Sedachimbote les notifica una deuda de 250 mil soles, precisando que 120 corresponden al valor principal de la deuda y lo demás son solo intereses, moras y multas, a la usanza de la burocracia dorada.

En medio de este escenario es evidente que la empresa de saneamiento no le puede girar la factura del consumo de otros a los comerciantes del mercado modelo, más aun cuando se hace evidente que este tema de la independización del servicio no se regularizó en su debido momento.

De allí que la pregunta que todos nos formulamos en este momento es si puede un mercado funcionar sin que exista agua y alcantarillado? ¿Puede un centro de abastos ofrecer alimentos de primera necesidad y hasta alimentos preparados sin que cuente con un suministro de agua corriente? ¿Puede un Mercado prestar servicios a terceros y albergar a cientos de comerciantes durante gran parte del día sin que tenga un servicio de alcantarillado que garantice el uso de servicios higiénicos?

Seguramente los comerciantes han apelado al suministro a través de cisternas o de suministros vecinos a los cuales pagan para abastecerse del líquido elemento, empero, esa puede ser una solución de urgencia mas no puede mantenerse en el tiempo, por el contrario, de esta manera solo expone a sus visitantes que son miles de amas de casa que a diario concurren a realizar sus compras.

Justamente, este lado es el que debe advertir la empresa de saneamiento al momento de suspender el servicio por incumplimiento de pagos, un mercado no es como un inmueble cualquiera, es un bien público que no solo desarrolla actividades comerciales y de diario intercambio, es también un lugar al que acude diariamente mucha gente y requiere de servicios de saneamiento.

El mercado Buenos Aires no solo es uno de los más antiguos del distrito sureño, es quizás el más importante centro de abastos de la ciudad y como tal concentra a cientos de comerciantes que no deberían permitir que sus negocios se vean privados de los más elementales servicios de saneamientos por un problema que debió atenderse y enfrentarse en su debido momento.

De allí que la empresa Sedachimbote tampoco debería actuar con extrema rigurosidad a sabiendas que allí hay un problema de consumidores que no están registrados pero que pretenden pasarle la factura a otros comerciantes. Lo que nos queda claro es que la suspensión del servicio afectamente seriamente a comerciantes y compradores, el funcionamiento de un centro de abastos sin agua y desagüe expone la salud de las personas y en este sentido, no existe deuda que justifique una situación de este tipo, la salud está ante todo y es imperativo que tanto empresa como usuarios se sienten en una sola mesa y resuelvan este diferendo, de lo contrario, la autoridad municipal debe intervenir para evitar consecuencias peores.