Editorial

EDITORIAL ::ACERTADA DECISIÓN::

El consejo regional Ancash del Colegio de Obstetras ha iniciado desde hace algunas semanas un ciclo de charlas y conferencias en los centros educativos de nuestra ciudad, con la finalidad de abordar el espinoso tema del embarazo adolescente, con la finalidad de llevar una sana consejería a los alumnos de los dos últimos niveles de estudios es decir, del cuarto y quinto de secundaria.

Esta información la dio a conocer la Decana de la orden profesional, Manuela Cáceres Otero, quien precisó que cuentan con un equipo de voluntariado que se viene deslizando en los principales colegios ante el incremento de embarazos adolescentes, no sólo en la zona rural sino en la costa de la provincia.

Mediante charlas y ferias educativas sobre sexualidad, las profesionales obstetrices quieren llegar directamente a los estudiantes de ambos sexos de cuarto y quinto grado de secundaria con el fin que asuman este tema con responsabilidad.

Coincidiendo con las actividades que se han desarrollado en el marco de la Semana de Prevención del Embarazo Adolescente, las voluntarias vienen recorriendo diferentes instituciones educativas, entre ellas el Politécnico, Manuel Gonzáles Prada y otros, llevándoles videos ilustrativos sobre los riesgos de embarazo adolescente, toda vez que aún, no están preparados física ni psicológicamente.

Esto último es un tema a tomar en cuenta en la medida que las obstetrices, que son las profesionales que atienden a las parturientas, las que viven el drama del embarazo adolescente, entienden que estos cuadros se gestan cuando los adolescentes muchas veces no encuentran las respuestas sobre el tema de la sexualidad en casa, o vienen de familias disfuncionales.

Es allí en donde quieren intervenir y para ello les hablan a los jovencitos, les quieren hacer entender sobre imágenes y diapositivas que se debe prevenir el embarazo adolescente, porque su cuerpo aún no está preparado para una fase importante de la vida a la que se tiene que llegar con conocimiento y responsabilidad.

Por ejemplo, las representantes del colegio de obstetrices compartían con los periodistas sus experiencias en estas jornadas educativas y señalaban que durante las visitas que se han hecho a las instituciones educativas, se ha podido comprobar que los alumnos, no conocen los riesgos de iniciar una actividad sexual a temprana edad, primero por el tema de salud y segundo las consecuencias en el ámbito familiar y educativo, porque una estudiante al salir embarazada, interrumpe sus estudios, y aparecen otros problemas porque no está preparada para ser mamá a una temprana edad.

De allí la importancia de estas charlas que se basan en la sexualidad responsable, el momento adecuado para iniciar la actividad sexual, los métodos anticonceptivos, porque consideran que es importante que conozcan estos temas.

Paralelamente, la Red de Salud Pacífico Sur organizó en la Plaza de Armas una feria educativa con la finalidad de llamar la atención de los jóvenes y adolescentes, se ambientaron exposiciones y se mostraron imágenes ilustrativas con la finalidad de llegar a ese segmento con información cierta y efectiva, que no confunda o engañe a los jóvenes que se encuentran en etapas de iniciación sexual.

Estos eventos se tornan necesarios si se tiene en cuenta que los porcentajes de embarazos adolescentes se han incrementado de manera preocupante y demuestra que cada año que pasa los adolescente inician su vida sexual a menor edad, con el riesgo que ello representa para la gestación de una niña o adolescente que no se encuentra preparada para la maternidad.

Hace unos meses el Hospital regional informaba que atendió 256 embarazos en adolescentes durante el año 2017, y que esa cifra representa cien casos más en comparación con el año 2016.

En aquella ocasión precisaron que estas atenciones se hicieron a menores cuyas edades oscilan entre los 12 y 17 años, lo que representa un serio peligro en la medida que los profesionales de la medicina y de la obstetricia saben que un parto de una mejor de esa edad es considerado como de alto riesgo porque se trata de niñas que no esta preparadas aun para gestar.

Es encomiable la labor que están cumpliendo las profesionales de la Obstetricia que no se limitan a desempeñar una labor de atención en los centros de salud, sino que entendiendo que la ignorancia, la desinformación y el descontrol de los adolescentes está provocando estos escenarios preocupantes en nuestra sociedad, están dispuestas a ensuciarse los zapatos y caminar incansablemente para llegar a los colegios en donde se encuentran los adolescentes a los cuales hay que decirles las cosas tal y como son. Confiamos que conseguirán su objetivo de reducir esas cifras alarmantes.

Duro con ellos

Luego de 8 meses de reclusión, un sujeto ha sido condenado a cinco años de cárcel efectiva luego de admitir su responsabilidad en el acoso sexual virtual a una menor, un acecho que se concreta a través de las redes sociales y que se pone de manifiesto en sus intenciones no solo de abusar de las niñas sino de someterlas al mundo de la prostitución.

Esta condena se ha dictado contra Juan Isael Ortega Chacón (37) quien fue capturado en enero de este año en un hotel de Nuevo Chimbote a donde había citado a una menor de 13 años que conoció a través de un perfil falso de Facebook con el nombre de Mary Rojas proponiéndole ganar hasta 300 soles sosteniendo relaciones sexuales con clientes.

El sujeto término acogiéndose al procedimiento de terminación anticipada de proceso, es decir, que admitió su culpa y se sometió a la pena impuesta con los descuentos por el hecho de someterse a la justicia, sin embargo, es preciso anotar que cuando fue capturado se le halló en su celular otros contactos con menores a las cuales hacia las mismas proposiciones, empero, ninguna otra denuncia recibió.

Esta gente es un peligro, esperemos que con la sentencia impuesta escarmienten y dejen de lado esta actividad delincuencial, entretanto, los magistrados deben ser duros con ellos, no se debe permitirles un centímetro de ventaja porque en cualquier descuido perjudican a niñas inocentes que no miden su peligrosa compañía.