Editorial

EDITORIAL: ::: ABSURDA PSICOSIS :::

“No tenemos mascarillas, se han agotado en todos los tipos y calidades”. Esta es la escueta y fría respuesta que encontró un reportero de este medio de comunicación en su recorrido por las principales farmacias del centro de nuestra ciudad, verificando que la población en acto de desesperación por la expansión mundial del coronavirus ha pagado caprichos para adquirir este producto.

La crisis mundial de salud es la responsable de esta suerte de miedo generalizado en el país y, específicamente, en nuestra ciudad en que la gente ha agotado las existencias de mascarillas, inclusive, en algunas farmacias se dio a conocer que algunos compraban en cajas con la finalidad de protegerse de este mal.

Es evidente que el coronavirus es una infección viral que está regando de muertos en muchos países, especialmente en China, Irán, en varios países asiáticos, así como como en Italia y España, sin embargo, en los últimos días ha llegado a Brasil y México, en donde se ha confirmado la presencia de un paciente en cada país y que corresponde a personas que han retirado de los países en donde se extiende este mal.

En el Perú no existe un solo caso, salvo aquellos supuestamente “sospechosos” que la prensa amarilla trata de ganar en sus titulares para vender pero que termina atemorizando a mucha gente que corre a las farmacias tratando de comprar la mascarilla que lo proteja de este mal mortal.

Craso error y pésima información por parte no solo de redes sociales contaminadas de historias falaces, sino de un Ministerio de Salud y un Gobierno que a la fecha no reacciona en uno de los flancos que es clave en la estrategia frente a males virales de estas características, como es la difusión de información.

Comencemos por el hecho que las mascarillas solo son instrumentos de protección en aquellos lugares en donde se trabaja con pacientes enfermos y que han adquirido el coronavirus, empero, no protege del contagio como muchos piensan.

Especialistas de la OMS han advertido que este coronavirus no es aerotransportarle, es decir, que no se respira en el ambiente y si algún intoxicado estornuda o tose en la vía pública ese virus se disipa o muere a los pocos minutos, sería absurdo pensar que el portador de este mal estornudará en la cara de otra persona.

El contagio de este al se produce por contacto, es decir, si una persona que no tiene este mal coge con las manos un objeto en donde han reposado los restos de quien estornuda o tose y los deja impregnado, y, si esta persona se lleva esas manos a la boca, la nariz o los ojos, entonces ese es el vehículo de contagio, de esa manera el virus ingresa a su organismo y se convierte en otro portador que llevará ese mismo mal a su vivienda, a su trabajo o a cualquier lugar al que concurre.

De esta manera el mal se extiende en cadena y se convierte en un brote epidémico que amenaza con una pandemia en la medida que esa cadena se viene trasladando a muchos países y se teme que los gobiernos no se encuentren en condiciones de poder interceptar el contagio, que es la única manera de exterminarlo.

Por ello es que en los hospitales y centros de salud se utiliza obligatoriamente las mascarillas porque allí existen enfermos con este mal y las personas tienen la costumbre de llevarse las manos a la cara, consecuentemente, con la mascarilla suelen evitarlo, de tal suerte que controlar el contagio es solo cuestión de prevención, de cuidado que debe tener la población en lo que se refiere a la higiene personal y la obligación de lavarse constantemente las manos.

Si una persona que por A o B motivos ha conseguido coger algún objeto en el que el virus ha reposado por acción de un portador, y, antes que pueda cogerse la boca, la nariz o los ojos se lava esas manos con jabón, entonces ya no existe la posibilidad que se contagie, la higiene es la mejor y potencial herramienta para disipar la posibilidad de contagio con ese mal.

Si muchos están siguiendo las instrucciones que vienen dando los médicos coincidirán que son las mismas medidas de prevención que se adoptaron cuando se extendió por el mundo, hace 10 años atrás, la denominada grupo AH1N1 que dejó muchas muertes en el país y el mundo.

Son males virales que siempre han existido pero que se hacen inmunes a los antibióticos con los cuales usualmente se les combate porque mutan, se fortalecen en el organismo de animales que posteriormente el hombre consume y por ello la China se ha convertido en el foco de cultivo de estos males.

En ese país asiático tienen la costumbre de comer animales salvajes, los adquieren vivos en los mercados y por ello se promueven la suciedad y la presencia de estos virus que cuando mutan se hacen invencibles a la medicina que los controla entonces la ciencia tiene que apelar a otros compuestos para detener este mal, empero, en ese ínterin muere mucha gente y el mal se extiende de manera peligrosa.

Esto es lo que viene ocurriendo en este momento en el mundo, las propia Organización Mundial de la Salud teme que en esta oportunidad el problema derive en una pandemia que es una alerta mundial que genera muchos perjuicios, por ello es imprescindible que la población se informe y reaccione con la prudencia que ameritan las circunstancias.

El Perú es un país en el cual no existe un solo paciente, la enfermedad no ha llegado y se espera que no lo haga porque para ellos el gobierno ya ha puesto en marcha los protocolos que indican que se debe revisar exhaustivamente a las personas que proceden de otros países, especialmente de aquellos en los que se ha desarrollado la enfermedad, esas personas son sometidas a exhaustivas revisiones y pruebas en los terminales aéreos u marítimos para evitar la propagación,

Chimbote es un puerto en el cual suelen llegar embarcaciones asiáticas de China y Corea, hay muchos asiáticos en nuestra ciudad, empero, en la medida que esta gente no haya retornado desde hace uno o dos meses atrás no existe posibilidad de contagio, inclusive, no existe un solo buque de bandera asiática en el Puerto, por lo que no existe motivo para alarmar como lo hicieron algunos medios.

El Director de Salud de la Red Pacifico Norte, Antonio Alencastre, ha sido claro y categórico, hay que terminar con la absurda psicosis que domina a muchos peruanos, ante el coronavirus solo nos queda estar bien informados y tomar las medidas higiénicas de prevención, eso nos tendrá a buen recaudo.