Opinión

CAÍDA Y RECUPERACIÓN DE NUESTRA ECONOMÍA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

ECONOMÍA EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS

Por: Felipe Mantilla Gonzales (*)

Para nadie es un secreto que nuestra economía ha sufrido un duro golpe tras ponerse en manifiesto los nada favorables índices del mercado financiero que avizoran escenarios muy duros, esto tras un análisis del primer y una proyección del segundo semestre del presente año.

Nuestra economía venía en incremento desde el 2017 hasta el 2019, sin embargo, nos tocó afrontar esta emergencia con un golpe inesperado que origina hasta hoy el enfriamiento por la paralización de actividades en el Perú y el mundo, se estima que continuará una caída fuerte si no se toman las medidas correctivas adecuadas; y es que, todo ciudadano de a pie llegamos a pensar, que en algún momento del 2019 el gobierno incrementaría el sueldo mínimo en compensación a un buen diálogo entre el estado y los sectores vulnerables; sin embargo esto resulta hoy en día muy lejano y hasta casi imposible, ya que un país en recesión (Covid-19) imposibilita su capacidad de implementar políticas favorables al incremento salarial. Más aún, según cifras del INEI se han perdido más de 2 millones 300 mil puestos de trabajo solo en nuestra capital limeña.

El Gobierno Regional de Ancash y los Gobiernos Locales, muy poco o casi nada están haciendo para contribuir en la reactivación económica, a pesar de contar con los recursos y transferencias económicas suficientes para el financiamiento y elaboración de fichas técnicas, elaboración de IOARR (inversiones de optimización de ampliación marginal de rehabilitación y de reposición), elaboración de expedientes técnicos, contratación de personal técnico clave, invertir en proyectos de inversión pública y también abonos para gasto corriente, a través de las transferencias que se hicieran desde el Gobierno Central mediante el MEF según lo indica el D.U. N° 070-2020 a esto sumamos que las Municipalidades también recibieron transferencias mediante el D.U. N°047-2020 y otros decretos, para el pago de planillas de personal activo, personal cesante, serenazgo, limpieza pública y recojo de residuos sólidos.

Por ello, considero que para salir de esta crisis económica, debe elaborarse y existir una planificación estratégica basada en la formulación, implementación y aplicación de política sanitaria (aplanar la curva e infraestructura hospitalaria suficiente) y política económica (fiscal, monetaria etc.), y solo manejándola de forma eficiente y eficaz nos conllevará a encontrar una posible esperanza en la recuperación de la economía a través de Reactiva Perú y otros programas gubernamentales de apoyo a las mype y pyme, teniendo la capacidad y buscando reinsertarse en el ámbito empresarial, o de reinventarse bajo las nuevas condiciones internas y externas que ofrece el mercado actual, los cuales deben mostrar resultados de corto plazo en el último trimestre de este año junto con el crecimiento del PBI en el 2021. Si bien es cierto, el gobierno ha dictado una serie de actividades para impulsar la economía, como son las cuatro (04) fases de reactivación económica dictadas por el ejecutivo; estas medidas han comenzado con demasiada lentitud, y han sido insuficientes para salvar nuestra economía, es más, desde mi punto de vista no han contribuido en nada en mitigar las consecuencias económicas ocasionada por esta pandemia (Covid-19). Teniendo en cuenta que la primera fase empezó en mayo, con la reanudación de 27 actividades económicas relacionadas a los sectores minería, industria, construcción, servicios, etc.

Quiero señalar y coincido con lo manifestado por Michael Ryan, director de Emergencias Sanitarias de la OMS, quien precisa que vamos a tener que convivir con el Covid-19 durante los próximos dos años, considerando de “virus endémico” al Coronavirus; por lo cual espero una equivocación por el bien de la población.

Ahora bien, este mes de agosto se estima que con la IV Fase de la reactivación económica se vean resultados ´positivos, aunque siendo realista, en esta situación en que vivimos solo espero la bendición de Dios, y avizorar un clima alentador económicamente; no ajeno a ello su naturaleza de ser así en un contexto apocalíptico, se dará en todas las siguientes etapas a fin de lograr el milagro económico, tal y como se lograron en otros países en situaciones insalvables.

POR EL BIEN DE TODOS, ESPEREMOS QUE ASÍ SEA.

(*) Decano del Colegio de Licenciados en Administración, Magister en Gestión Pública.

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