Editorial

::: NECESARIA MEDIDA :::

Un fuerte contingente policial había rodeado las calles aledañas al mercado Progreso y no permitía el acceso de ninguna persona extraña y menos de los comerciantes de este centro de abastos, pues se había puesto en marcha la orden de clausura temporal determinada por la autoridad municipal.

Al cabo de unas horas el mencionado mercado había sido clausurado, la Municipalidad Provincial del Santa colocó un cerco de rejas en la medida que había sancionado, dentro de los procedimientos administrativos y legales pertinentes, la acción coactiva para retirar de este lugar un mercado que no se encuentra convenientemente ubicado.

Y es que en realidad esta clausura no obedece solo a las infracciones e incumplimientos en las que habían incurrido los comerciantes y que determinó esta medida radical, sino que, además, representa el primer paso para la construcción de un moderno hospital de nivel II que remplazará a la antigua y ya colapsada Posta de Salud de El Progreso que está ubicado junto al centro de abastos.

Esta historia nos retrotrae a un año y medio atrás, cuando los promotores de este proyecto anhelado por miles de gentes de los barrios a la redonda, consiguieron llamar la atención del Ministerio de Salud y el visto bueno a una obra que representa el necesario desarrollo y progreso de un pueblo que tiene que cumplir con las necesidades más apremiantes de sus pobladores, como es la atención de salud.

Esto lo entiende todo el mundo, hasta un estudiante de nivel primario, sin embargo, un grupo de comerciantes del mercado Progreso no lo quiere entender y no lo hace a pesar que desde entonces, desde hace casi dos años atrás la autoridad municipal le propone una serie de alternativas para que se reubiquen y pueda dar paso a la edificación del hospital.

Tal como lo ha señalado el gerente municipal, los comerciantes del mencionado mercado olvidan que ellos no son propietarios del terreno, que esos comerciantes invadieron la propiedad edil y pese a que han sido reconocidos deben entender que el propietario, que no es otro que la ciudad, necesita de esos predios para dar paso a una edificación que es de primera prioridad como el hospital El Progreso.

En ese mismo orden de ideas, habría que entender que si los comerciantes no son los propietarios no tienen derecho a exigir nada a cambio, la Municipalidad no tendría porque estar buscando otros  predios para reubicarlos, empero, por el solo hecho de haber realizado un trabajo por años le concede alternativas para que puedan seguir laborando hasta en mejores condiciones en las que se encuentran.

Ha planteado el Municipio reubicarlos en un terreno de la avenida Camino Real, ha planteado llevarlos a un terreno de la carretera Panamericana Norte frente al Vivero Forestal, ha planteado muchas otras alternativas como una línea de crédito en a Caja municipal para relanzar sus negocios, empero, ninguna de las ellas han sido aceptadas por los comerciantes azuzados por dirigentes trasnochados que hacen política y los alientan a no aceptar ninguna fórmula y pretender quedarse en el mismo lugar.

Lamentablemente, esto ya no puede ser, la autoridad municipal ha determinado el cambio de uso de los terrenos, ya no se puede seguir realizando actividad comercial en la zona, consecuentemente, no les queda otro camino que buscar otro lugar donde realizar sus actividades.

Y debe entenderse que esta decisión, nos referimos a la reubicación, no es cosa solo del alcalde o el pleno municipal, cuenta con el respaldo de toda la ciudad, así lo han señalado las instituciones congregadas en la plataforma provincial de Defensa Civil y así lo han demostrado los pueblos ubicados en los alrededores del mercado Progreso que demandan de una buena vez la construcción de un hospital para contar con una mejor atención de salud.

Alguien dijo por allí que mercados existen hasta por decenas, pero hospitales se cuentan con los dedos de una mano, entonces no existe razón alguna para mantener polémicas en este tema, la municipalidad debe cumplir con la clausura y demolición del mercado progreso para dar paso al hospital que todo Chimbote espera.