Editorial

::: ALCALDE DESUBICADO :::

La Defensoría del Pueblo, por intermedio de su comisionada de Chimbote, ha formulado una exhortación al alcalde de distrito de Lacabamba, Javier Anticona Fajardo, para que informe las acciones que viene realizando en la prevención contra la pandemia y las medidas que viene adoptando para protegerse de este mal.

La representante de la defensoría no ha ocultado su preocupación por las informaciones que dan cuenta, con testimonios fotográficos, sobre el desempeño de la mencionada autoridad edil que no tiene reparos en presentarse en ceremonias oficiales de su municipio sin observar las medidas de protección necesarias.

Esto se puso de manifiesto, primero, en un matrimonio civil que ofició el pasado 29 de setiembre en el que se le observa no solo junto a los desposados, sino también con los invitados de la pareja, sin mascarillas y sin distanciamiento alguno que amerite una medida de protección elemental en estos momentos de pandemia.

Por lo demás, hay que recordar que los matrimonios civiles se han reanudado siempre que se cumpla con un protocolo que obliga a los contrayentes a presentarse únicamente con dos testigos, usando mascarillas y guardando la distancia sugerida, inclusive, en algunos municipios el registrador o alcalde que celebra el matrimonio, ha acondicionado una lámina de acrílico transparente a efectos de mantener un distanciamiento y eliminar toda clase de contacto con terceros.

Sin embargo, en Lacabamba el alcalde parece burlarse del covid y del control sanitario, pues además de este matrimonio civil en el que se le observó sin protección alguna, volvió a incurrir en la misma falta en el marco de una ceremonia cívica en la que ya no solo aparece con cuatro u ocho personas, sino con un grupo numeroso en la plaza cívica de ese distrito.

Esto último ocurrió en la ceremonia cívica celebrando un año más de la ceración política de ese distrito, en donde encabeza una marcha de banderas en la que todos los asistentes abandonaron las medidas de bioseguridad que se recomienda en estos casos.

Si bien es cierto en los portales de la mencionada Municipalidad se observa que realizan actividades propias de la lucha contra el covid, como la entrega de pruebas rápidas a las postas de salud y otras, lo que se cuestiona en el desempeño del alcalde, esa actitud contraria a las pautas de la prevención que se sugiere en medio de la pandemia que vivimos.

El alcalde debe ser consciente no solo de los protocolos que lo obligan a respetar las medidas de prevención más elementales en la lucha contra el enemigo invisible, sino que en su condición de autoridad se convierte en una obligación tomar las precauciones que recomiendan las normas de bioseguridad,

Y es que un alcalde es la máxima autoridad de determinada circunscripción y como tal deben ser quien predique con el ejemplo, debe observar un comportamiento que sus propios ciudadanos imiten o destaquen, es algo así como un padre de familia cuya trayectoria se plasma en el futuro de sus hijos.

Si el alcalde no asume un liderazgo y no muestra un respeto por el difícil escenario que vivimos en este momento con la pandemia del Covid 19, entonces nada se puede esperar de los ciudadanos que optarán por proceder de esta misma forma con el consiguiente peligro que ello representa.

Esperemos que la exhortación de la defensoría resulte suficiente para que en Lacabamba, un distrito alejado de la vecina provincia de Pallasca, se controle debidamente esta pandemia.