Editorial

::: UN VIEJO PROBLEMA :::

Los reclamos de los pobladores de Nuevo Chimbote no se han dejado de escuchar luego que se experimentara una evidente merma en el suministro de agua potable y que, de pronto, reaparecieron las restricciones en el servicio porque la empresa responsable Sedachimbote no está entregando la dotación correspondiente.

Por ello es que la empresa de saneamiento no ha demorado en deslindar su responsabilidad en este tema, como si ello fuera lo más importante o si con ello se revertirán las cosas, señalando con el dedo acusador a la Junta de Usuarios de Irchim por no estar entregando los niveles de agua cruda que se requiere a la Planta de tratamiento de Nuevo Chimbote.

Mientras tanto, la junta de Usuarios de Irchim ha señalado que algunos agricultores de Tangay Alto y Bajo no realizan un manejo adecuado de las compuertas y ello ha generado la merma en el flujo de agua en el canal Carlos Leigth, en momentos que se registra un déficit hídrico a nivel de todo el norte del país.

Frente a este escenario, la gerencia de la empresa de saneamiento decidió, entre otras acciones, realizar trabajos de trasvase desde la variante Compuertas de Palos, para captar mayores volúmenes complementarios de aguas crudas del río Lacramarca y garantizar la producción de agua potable, situación que en las últimas horas viene dando resultado, a decir de la misma empresa.

Sin embargo, quienes hemos seguido de cerca la crisis hídrica en nuestra ciudad ya henos escuchado antes este mismo discurso, habitualmente lo repiten cada vez que se presenta una seria contingencia en el suministro de agua potable y ya huele a un manido pretexto que solo pone de manifiesto la mediocridad en la administración de nuestros recursos.

Lo decimos porque hace tres años atrás, cuando se registraron los estragos generados por el Niño Costero, aquellas lluvias intensas que dejaron una seria secuela no solo en la ciudad sino también en el campo, en donde los huaycos arrasaron con varios tramos del canal principal de Proyecto Especial Chinecas, se presentó una emergencia de suministro de agua.

La quiebra de los canales, como era obvio, impidieron que las lagunas de sedimentación de sedachimbote reciban aguas crudas para ser potabilizadas y entregarlas a la población del distrito de Nuevo Chimbote y frente a esa contingencia el personal de Sedachimbote, municipalidad, y Dirección Agraria, luchaban por generar un trasvase que permita llevar nuevamente las aguas a las plantas de tratamiento.

Muchos deben recordar que por entonces estuvo varios días en nuestra ciudad la entonces ministra de justicia Marisol Pérez Tello, fue la ministra coordinadora en la región Ancash y al advertir la prolongada emergencia de escasez de agua en nuevo Chimbote se comprometió en el tema y solicitó información al respecto

Fue entonces que se escuchó el drástico llamado de atención que hizo en público a las autoridades locales y regionales, les dio un plazo para que resuelvan este problema y advirtió que todo nacía de la parsimonia e inactividad del proyecto especial Chinecas, la indiferencia y desidia de los funcionarios regionales en este tema y los emplazó a que tomen medidas o de lo contrario ella pediría al Ejecutivo que devuelva al Ministerio de Agricultura las atribuciones para tomar las riendas del proyecto irrigador.

Muchos deben recordar estos enojosos pasajes que nos tocaron vivir pero que nos recuerdan que la crisis del déficit hídrico se remonta a esos años y que, desde entonces, no se ha hecho nada, o mucho, para resolver una problemática que a estas alturas ya no debería generar inconvenientes en el suministro de agua a la población.

Los organismos competentes deberían haber resuelto el tema de la falta de aguas crudas para el distrito de Nuevo Chimbote en la medida que ellos son conscientes que este suministro depende de la dotación de agua que llegue por los canales de Irchim y Carlos Leigth, consecuentemente, cualquier falla en los mismos no puede dejar sin agua a la población en razón que debería contar con un plan B, con una alternativa que los saque de cualquier problema y contingencia.

Han transcurrido tres años desde el Niño Costero y, desde entonces, no se ha avanzado nada en este tema, esta nueva contingencia en el suministro del líquido elemento así lo indica. No solo no se han hecho las obras de reconstrucción y rehabilitación de los daños ocasionados, sino que tampoco han tomado previsiones en el tema del suministro de agua. Son viejos problemas que persisten y frente a los cuales se requiere más iniciativa e inteligencia.