Editorial

COMUNA PROVINCIAL OBTIENE 05 EN APROVECHAMIENTO

Falta prácticamente un mes para dar por concluido el presupuesto de inversión pública del año 2021 y, conforme lo ha dado a conocer el Consejo Privado de Competitividad, la Municipalidad Provincial del Santa ha ejecutado hasta este momento apenas el 21% de los recursos destinados para la ejecución de obras de desarrollo local. Situación que ha causado en la opinión pública de Chimbote más de una decepción.

De los 154 millones 822 mil 770 soles que ha tenido en sus manos para llevar a cabo este propósito, la gestión del alcalde Roberto Briceño Franco solo ha podido utilizar 32 millones 663 mil 031 soles, es decir apenas la quinta parte. Si estas cifras fuesen llevadas a una libreta de calificaciones basada en el sistema vigesimal, de aquellas que se utilizan en el periodo escolar, la comuna provincial del Santa tendría una nota de 05 en aprovechamiento. La desaprobación más categórica y humillante que ha podido obtener en toda su historia la institución que representa a Chimbote.

Cuando a estas alturas ya nada puede cambiar esta situación, todo indica que al finalizar el presente año más de 120 millones de soles de este presupuesto van a revertir a disponibilidad del Estado. Por mucho que este dinero  no ejecutado retorne el próximo año a manos de la comuna como “saldo de Balance”, este hecho ha sido suficiente para dejar en claro la pobreza, en cuanto a capacidad de gestión, que acusa la actual administración municipal. Lo dramático de todo este asunto es que en el corto y festivo mes que aún le queda al presente año, difícilmente la comuna provincial del Santa podría revertir esta humillante desaprobación.

Conforme lo hemos comentado en este mismo espacio en más de una oportunidad, esta falta de capacidad de gestión tiene que ver directamente con la falta de capacidad personal. Las autoridades y los funcionarios que en este momento están al frente de la comuna provincial han evidenciado una desconcertante falta de voluntad por hacer bien las cosas. Y no solamente por desconocimiento sino también por testarudez. Como bien hemos podido ver en estos tres años de gestión, muchas de sus decisiones han colisionado frontalmente con la legalidad y hasta con el sentido común.

Los funcionarios y asesores que rodean al alcalde no están ahí por su capacidad o meritocracia. No. Están ahí para intercambiar, un día sí y otro también, favores políticos y de otra índole. Esto se refleja en el pobre avance que en estos últimos tres años ha experimentado Chimbote en lo que a modernidad y ordenamiento urbano se refiere. En todo este tiempo, no se ha ejecutado ninguna obra emblemática ni de impacto. Todo está igual y en algunos casos peor que antes. Más han sido los discursos y poses para la foto, que obras bien ejecutadas.

La calificación que ha obtenido este año la Municipalidad Provincial del Santa, tanto como patética es decepcionante. De lo que haga o deje de hacer en los próximos doce meses, dependerá que la suerte de Chimbote pudiera ser favorable. Mientras tanto, solo nos queda encomendarnos al patrón San Pedrito.