Editorial

MERITOCRACIA Y JUSTICIA QUE ENALTECEN

La nueva cara de la medalla:

En lo que va de transcurrida la presente semana, la administración pública de la región Ancash se ha visto  enaltecida  por un caso de meritocracia y otro de justicia laboral, que muestran ante la opinión pública una nueva cara de la medalla y ponen en evidencia un saludable cambio de actitud.

El primero de estos casos es el nombramiento de la profesora Rommy Saldaña Távara como nueva directora de la UGEL Santa y el otro es la restitución en su puesto del hospital regional del médico oftalmólogo Leandro Pérez Rodríguez; algo que, a no dudarlo, impacta positivamente en la necesidad de recuperar calidad y confianza en lo que a gestión pública se refiere.

La reconocida docente Rommy Saldaña Távara ha accedido a este cargo no por ser amiga ni persona de confianza del gobernador regional, ni tampoco porque haya sido recomendada por algún político influyente, como ha sucedido con el nombramiento de todos sus antecesores.  No. Ella ha llegado a ese importante cargo gracias al hecho de haber ganado un concurso público convocado a nivel nacional, el mismo que se ha desarrollado en estricto cumplimiento de la ley de carrera pública magisterial.

Como bien se puede colegir, en esta contienda  nacional se ha evaluado en forma rigurosa no solamente el nivel de conocimientos  y experiencia sino también la limpieza de la hoja de vida, concretamente en lo que atañe a sanciones administrativas y de otra índole. Es en virtud a este merecimiento que, tal como manda la ley, la profesora  Saldaña ocupará dicho cargo por un periodo de cuatro años.

En lo que respecta al oftalmólogo Leandro Pérez Rodríguez, la historia es  ampliamente conocida. Hace tres meses él fue separado de su cargo por una extraña decisión del director del hospital. Aparentemente, la justificación fue el desarchivamiento de una sanción  administrativa de la que Pérez Rodríguez ya había sido rehabilitado hace diez años.

Sin embargo para nadie es un secreto que la verdadera razón fue la incomodidad que causaron al gobierno regional de Ancash las declaraciones de este profesional de la salud. En más de una oportunidad y en su condición de presidente del cuerpo médico, Pérez Rodríguez no tuvo pelos en la lengua para denunciar públicamente y en reiteradas ocasiones el mal manejo de las millonarias partidas que el ministerio de Salud enviaba para la lucha contra el covid. Justamente por causa de este mal manejo, el gobernador Juan Carlos Morillo se encuentra en este momento recluido en el penal Pérez Guardia de la ciudad de Huaraz. Es evidente que su separación tuvo sabor a revancha.

Mediante una resolución que todo el mundo daba por descontada, el viernes de la semana pasada la Autoridad Nacional del Servicio Civil, SERVIR, dispuso la inmediata reposición de Leandro Pérez Rodríguez en su puesto de  oftalmólogo del hospital regional.

Si hechos con esta misma connotación meritoria y de justicia laboral sucediera con mayor frecuencia en estas y otras reparticiones del gobierno regional, es indiscutible que otra sería la suerte de Ancash. Por desgracia, gran parte de todo lo malo que ha sucedido hasta hoy se debe preciamente a los cargos de confianza y el abuso de poder.