Opinión

EL ARROZ DE SANTA PARA LOS SOLDADOS DE LA INDEPENDENCIA

Un homenaje a mis hermanos arroceros del valle de Santa.

Por: Mg. Efren Rebaza Custodio

El presente artículo trata de exponer uno de los principales aportes de los ciudadanos del valle del Santa, al proceso de la independencia del Perú, antes, durante y después de proclama la esperada independencia ocurrida en Lima el 28 de julio de 1821. Es lógico entender el problema que significó para los líderes de las tropas republicanas el tema de la logística, principalmente el acopio de alimentos para alimentar diariamente a centenares o miles de soldados.

La ubicación estratégica y geopolítica del valle del Santa, siempre ha sido – y seguirá siendo- un lugar propicio para todo estratega militar para encontrar alimentos, debido a su valle fértil regado por las infaltables aguas de su río y la propicia ensenada que tiene su histórico puerto. El desembarco de Francisco Pizarro aquel 13 de mayo de 1528, el abundante comercio marítimo por nuestro puerto durante los casi 300 años coloniales, el desembarco de la expedición libertadora al mando de Lord Cochrane aquel 16 de noviembre de 1819, el desembarco de centenares de soldados colombianos y venezolanos que llegaron con destino al callejón de Huaylas de paso a los campos de Junín y Ayacucho asi como la llegada de las tropas chilenas de Lynch aquel fatídico 13 de setiembre de 1880; afirman mis conclusiones.

Me reafirmo que este trabajo se enmarca en el objetivo principal de difundir las cualidades y grandezas de mi querido pueblo, así como su presencia en todos los procesos históricos de nuestra querida Patria, desarrollar identidad local, provincial, regional y sumar al desarrollo de la Identidad nacional como un objetivo de las políticas de Estado establecidas en el Acuerdo Nacional.

DESARROLLO

El arroz, es la semilla de la planta Oryza sativa (simplemente arroz o arroz asiático). Se trata de un cereal considerado alimento básico en muchas gastronomías del mundo. Su origen se remonta a 9 mil años en la lejana China, en la actualidad existen más de 40 variedades, su llegada al Perú coincide con el arribo de los invasores españoles y su llegada al valle del Santa aún no está determinado, pero a seguridad y tan igual que las parras de uva, fue uno de los primeros productos europeos introducidos en nuestro valle.

En las siguientes líneas y párrafos, voy a explicar acontecimientos históricos ocurridos durante la fase de la independencia de nuestra patria, en los cuales nuestro valle, con su exquisito producto, como lo es su arroz – al igual que con centenares de ganado vacuno, ovino caballar, menestras, chancaca y vitualla – contribuyó para alimentar a los soldados extranjeros y peruanos que lucharon contra las tropas hispanas. Tratamos de continuar con la tarea de visibilizar la grandeza de la otrora Villa Santa María de la Parrilla, hoy simplemente Santa.

Nos remontamos a la acción histórica que significa la llegada de la Expedición libertadora que, al mando del Sir Lord Tomas Cochrane, arribó al puerto de Santa aquella mañana del 16 de noviembre de 1819, con cinco objetivos principales; conocer la ubicación de las tropas españolas, curar a sus enfermos, difundir las ideas libertadoras, reclutar voluntarios y principalmente acopiar alimentos.

Precisamente en lo que respecta a este último objetivo, la orden del almirante Cochrane, desde su puesto de comando ubicado en el Puerto de Santa, fue bien claro y recibido por el jefe del operativo de toma de Santa, el capitán alemán Enrique Gutike. La orden por escrito, lo difundimos a continuación.

Santa, noviembre 17 de 1819.

Señor Capitán Gutike.

Siendo necesario conseguir más ganado para el consumo de la escuadra bajo mi mando, procederá U, con ese destino al valle de Santa, con 200 soldados de Marina y los Oficiales necesarios haciendo todo lo posible para cumplir con este objeto, tomando el ganado de la hacienda del Inquisidor y no de los hijos del país: Igualmente tomará U., de las mismas haciendas, toda la harina, arroz y azúcar que pueda conseguir para el consumo de los respectivos buques, colectando asimismo todas las bayetas y jerga, que se encontrase, para vestir los enfermos y otros destinos. Destinará U. un oficial de Marina que permanezca en el pueblo, encargándole las mochilas y demás bagajes que no sean necesarios en esta expedición.

COCHRANE.

Al respecto, se menciona que mientras tanto, en la playa de Santa habiendo terminado de fumigarse a los barcos, se aprovechó el concurso de los esclavos negros para embarcar una goleta fletada el arroz pilado confiscado de los molinos existentes en el valle, la carga era tan abundante que se llenaron las bodegas de la goleta y las dos fragatas de guerra.

Situación que años más tarde, el mismo Lord Cochrane lo escribe en sus memorias.

“En la playa de Santa habiendo terminado de fumigarse los barcos, se aprovechó el concurso de los esclavos para embarcar una goleta fletada arroz pilado de los molinos que eran tan abundantes que se llenaron las bodegas de la goleta y las de dos fragatas de guerra”

Finalmente, el cura de Santa de aquel entonces, Don Manuel de la Puerta, lo ratifica en su informe de fecha 20 de noviembre de 1819, hecho llegar al arzobispo de Lima, Las Heras.

“Se reconoció luego la playa donde se encontraron algunos fusiles, un toldo grande, una vela de mesana, algunos barriles, cajas rotas, peroles y algunos muebles del vecindario; como 30 vacas muertas, solo quitadas algunas presas, una viva desjarretada, muchos muertos enterrados en un cerro inmediato y dos tirados en la playa. Por un cálculo prudente las vacas que faltan pasan de 200. Los víveres que llevan son 111 carneros, todo el arroz pilado y toda clase de menestras de la Villa, agregándose 11 esclavos y un zambo libre, que marcharon con ellos.”

Otro aspecto importante de la Historia de Santa durante el proceso de la independencia, lo es el hecho que el general José de san Martín, el día 23 de agosto de 1821, ordenó la confiscación (arresto) de los bienes de la hacienda “El Puente” debido a que su dueño, el español Don Manuel Coket se negó a colaborar con la independencia, fueron tomados entre otros la cantidad de 1400 reses, 30 caballos, 700 carneros, 100 mulas, 60 yuntas de bueyes, 600 cargas de arroz entre otros artículos. Todo esto fue remitido a Huaura y Lima para el consumo de las tropas libertadoras.

“Enterado don José de San Martín del Estado en que se hallaba la Hacienda “El Puente” (Rinconada y Tambo Real) ordenó de inmediato el arresto debido a que su poseedor el español Don Manuel Coket se negó a colaborar con la Independencia”.

En el informe final que los comisionados hacen llegar al General San Martín acantonado en Huaura, se menciona que, en lo que respecta al arroz, se indica que se tomaron 600 cargas de arroz pilado a un precio de 3 pesos cada una y, 900 cargas de arroz en cáscara a un precio de 5 pesos cada una.

El apoyo del pueblo santeño a la Independencia, con su valioso arroz, también lo encontramos presente en una colecta que los curas y el clero de la provincia de Lambayeque hacen para apoyar con la construcción del navio “San Martín”. En efecto, se indica que el R.P Fray Eusebio Casaverde, cura propio de Chiclayo, ha dado un libramiento de 64 fanegas de arroz a cargo del teniente gobernador de la Villa de Santa, Don Ignacio Carrillo, el cual remito con esa misma fecha a los Señores ministros de la Caja Patriótica para que lo hagan efectivo. Con fecha 10 de abril de 1822, Lázaro de Villasante, eleva este informe a las autoridades superiores de Trujillo.

Colecta de los Curas Lambayecanos para el navío “San Martín”: 1822

“Don Mateo Lama, vecino de esta ciudad, entregará a VV.SS. doscientos cuarenta y cuatro pesos que he colectado de los señores Curas y Clero de esta provincia para la construcción del navío “San Martín”, como aparece de la cuenta puntual que acompaño: Y habiendo el R.P. Fray Eusebio Casaverde, Cura de Chiclayo, erogando para el mismo destino 64 fanegas de arroz, harán VV.SS. efectivo su valor y para ello también les acompaño el libramiento girado a cargo del teniente Gobernador de Santa, Don Ignacio carrillo, que he endosado a disposición de VV.SS. – Dios guarde a VV.SS, muchos años. Lambayeque Independiente abril 10 de 1822 – LAZARO DE VILLASANTE. – SS. Ministros Principales de la Caja Patriótica de Trujillo.

De hecho, este último caso es hoy muy observable, en la medida que actualmente nuestro arroz, producido en el valle de Santa, es mucho mejor que el lambayecano pero que, sin embargo, los comerciantes de esa zona, compran y acopian la producción de arroz santeño a ínfimos precios, lo llevan a sus molinos, procesan y venden en los mercados mayoristas como arroz lambayecano. Obviamente el perjuicio económico lo sufren los agricultores santeños del mejor arroz del Perú. Rescatar la supremacía y calidad de nuestro arroz, es una obligada tarea de los productores arroceros, autoridades y sociedad civil del distrito.

Para finalizar, dejamos para otro capítulo, la mención de las ingentes cantidades de arroz que las tropas chilenas se llevaron antes de la destrucción de la hacienda “El Puente” y de los ingenios de Rinconada y Vinzos aquellos aciagos días del 10 al 13 de setiembre de 1880 en el marco de la infausta Guerra del Pacífico.