Editorial

::: CANON DESPERDICIADO :::

En la UNS:

En lo que va de transcurrido el presente año, el gobierno central ha transferido a la Universidad Nacional del Santa la suma de 96.3 millones de soles por concepto de canon, sobre canon y regalías mineras. Conforme lo dispone la Ley 27506, ley del canon minero, dichos recursos tienen como objetivo primordial el financiamiento de trabajos de investigación científica y tecnológica y, con la misma prioridad, el mejoramiento de su infraestructura física, lo mismo que la implementación de laboratorios, entre otros requerimientos. El objetivo no puede ser otro que elevar la calidad educativa de los futuros profesionales de la provincia  del Santa y retribuir de esta manera la valía que tiene la explotación de nuestros recursos naturales.

Empero, cuando ya hemos traspuesto las tres cuartas partes del año y cuando, proporcionalmente hablando, la Universidad Nacional del Santa ha debido invertir el 75% del canon, hace dos días nos hemos dado con una desagradable sorpresa.  El portal de Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas ha dado a conocer que la primera casa de estudios de la provincia del Santa solo ha utilizado a la fecha 24.2 millones de este importante presupuesto, suma que representa apenas un modesto 25.4% de gestión.

A menos de tres meses para finalizar el año y por mucha que sea la esperanza de una eventual reivindicación, a estas alturas dudamos que dicho porcentaje pueda incrementarse. Sin más vuelta qué darle, existe el fundado temor que, de los 96.3 millones de soles que ha recibido este año la UNS, 70.9 millones reviertan irremediablemente al estado.

No es entonces que la Universidad Nacional del Santa carezca de presupuesto para desarrollar nuevos proyectos y elevar la calidad educativa de sus alumnos. Pues, no; el dinero está ahí, depositado en sus cuentas bancarias y a su entera disposición. En todo caso, lo que puede estar sucediendo es que la UNS no sepa cómo ni en qué utilizar este dinero.

Esto desde luego conlleva a presagiar la falta de proyectos, tanto de investigación como de mejoramiento de la infraestructura académica, que estén probadamente sustentados. Solo por citar un ejemplo, existe en nuestro medio la necesidad de darle un mayor valor agregado a los recursos mineros, pesqueros y agropecuarios, que en gran parte son embarcados al mercado exterior tal como fueron extraídos de la naturaleza. Esa necesidad requiere la aplicación de una investigación científica y tecnológica que, en términos de capacidad académica, la UNS está en condiciones de  poder garantizar.

Mientras no existan proyectos de investigación y complementación académica, el gobierno central difícilmente podrá desembolsar un solo sol del canon minero.  Y este parece ser el talón de Aquiles no solo de la UNS sino de las  37 universidades nacionales  que existen en todo el país. El portal de  Transparencia Económica ha revelado que, de un total de 649.6 millones de soles que éstas han recibido el año 2022 por concepto de canon minero, 490 millones (26.5%)  corren el riesgo de no ser utilizados y revertir al estado. De cada 100 soles que reciben al año, las universidades nacionales solo están en capacidad de utilizar 26.5.

Ante este escenario, cabe reflexionar que la labor de las universidades no solo se desarrolla dentro de los claustros universitarios. Existe una labor de proyección a la comunidad, básicamente cultural, que valdría la pena considerar. Caso concreto, hace mucho tiempo que Chimbote reclama un museo y nadie mejor que la UNS para hacer realidad este viejo anhelo local.  Los museos son la vitrina de la riqueza cultural de una nación, en tanto que la labor de las universidades no es ajena a la tarea de promocionar y difundir esta riqueza.

Por lo demás, la UNS tiene convenios firmados con otras universidades e instituciones académicas, tanto nacionales como internacionales, que pueden sumarse a la realización este proyecto. Si no nos equivocamos, ésta podría ser una forma de retribuir la gesta que hace 36 años protagonizó en las calles el pueblo de Chimbote y que culminó el 20 de diciembre de 1984 con la promulgación de la Ley 24035 que crea la Universidad Nacional del Santa. Mayor razón para que el canon minero se utilice en algo constructivo y no siga desperdiciándose.