Editorial

¿DÓNDE ESTÁN QUE LOS VEMOS?

Congresistas brillan por su ausencia:

El tema del comentario de hoy no deja de ser motivo de preocupación. A más tardar entre los meses de julio y septiembre del presente año, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada, Proinversión, debió haber concretado el proceso de Licitación Internacional para la construcción del Hospital Especializado de Essalud de Chimbote; pues ese fue el compromiso que este organismo del estado  asumió el 21 de noviembre del año pasado  en el momento de convocar dicha licitación.

Ya se va a cumplir un año de aquel ofrecimiento pero hasta hoy no se ha vuelto a tener ninguna otra noticia concreta sobre el particular. Mientras tanto, debido a la falta de este centro de salud, miles de asegurados de Chimbote siguen a la espera de una cita en hospitales de Trujillo, Lima y otras ciudades del país.

Pero cuando todos esperábamos que esta inexplicable demora  iba a ser  motivo de al menos un llamado de atención, particularmente por parte de los cinco congresistas de Ancash, resulta que para ellos no pasa absolutamente nada. Si el hospital de Essalud se construye o se deja de construir, para los congresistas ancashinos esa eventualidad es algo que  simplemente no les interesa. Más claro, ni el agua.

Sin apartarnos del tema de fondo, podemos decir que esta misma conducta se pudo advertir hace unos días con motivo de  la reunión realizada en el ministerio de Economía y Finanzas, donde se definió el financiamiento para la ejecución de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Chimbote y Nuevo Chimbote, P-TAR II; un proyecto de saneamiento que ya lleva varios años en compás de espera.

Ocurre que de los cinco legisladores que conforman la representación ancashina, tan solo el médico Elías Varas Meléndez  acudió a dicha reunión. Por su parte, las legisladoras Lady Camones,  Kelly Portalatino y Nilza Chacón tuvieron al menos la delicadeza de hacerse representar por sus  principales asesores. Entre tanto su colega Darwin Espinoza Vargas, no se molestó en hacer ni lo uno ni lo otro. Con esta actitud ha dejado expresa constancia que para él, los intereses de Ancash por ahora no están  en su agenda ni mucho menos entre sus prioridades.

Siendo así, es penoso comprobar una vez más que de nada vale que las leyes de la república otorguen a los señores congresistas facultades y poderes que podrían considerarse extraordinarios. Entre ellos, la facultad de fiscalizar y hacer un seguimiento de todo acto o gestión que tenga que ver con los intereses del estado, con mayor razón si estos actos y gestiones se dan en el ámbito de la región a la que ellos representan. Nada de eso sin embargo ocurre en el caso del Hospital de Essalud, cuya cobertura es esperada por cerca de 300 mil asegurados.

En los catorce meses que ya llevan calentando sus asientos en el Congreso, los representantes de Ancash solo han dado muestras de apatía e indiferencia hacia la región que los ha elegido. Los problemas y las necesidades de atención que angustian a Ancash, continúan igual o peor que hace catorce meses. ¿El delito de omisión de funciones no puede hacerse extensivo a la labor de los mal llamados padres de la patria?. ¿No saben acaso que la voluntad política de la que ellos gozan, es decisiva para la consecución de grandes proyectos, como ocurre en otras regiones del país?.

Por esa razón, cabe recordarles que para eso ellos han sido elegidos por voluntad popular; para eso, han juramentado en nombre de la Constitución y, para eso, reciben del estado una jugosa remuneración. Si no lo saben, ellos están en la obligación de corresponder esas prerrogativas con la misma magnanimidad.

Si para entonces no han hecho cambio de domicilio, el próximo domingo tendrán que venir a Chimbote y dejarse ver después de mucho tiempo con motivo de las elecciones regionales y municipales. Ojalá que no sea solo para la foto.