Cosas y casos de la vida real. La construcción del puente peatonal entre el centro comercial Mega Plaza y el mercado La Perla, que se inició durante los últimos días de gestión del ex alcalde provincial Roberto Briceño, debió suspenderse abruptamente el mismo día en que se colocó la primera piedra. ¿El motivo?. El expediente técnico no había considerado que la zona es pantanosa y que, como tal, requiere de un sistema de cimentación especial, capaz de garantizar la consistencia de cualquier obra que se construya sobre su superficie.
Todo indica que quienes elaboraron el expediente técnico no realizaron el correspondiente estudio de suelos, hecho que los trabajadores de la empresa contratista recién pudieron advertir luego de realizar las primeras palanadas de excavación. Desde entonces, la obra permanece paralizada a pesar de haberse gastado centenares de miles de soles inútilmente.
Más o menos lo mismo ha ocurrido con la obra del Hospital El Progreso, que también quedó paralizada a las pocas semanas de haberse iniciado. Fue luego que la empresa contratista advirtió que el expediente técnico no había considerado la instalación de aisladores sísmicos, un mecanismo que, como su nombre lo indica, amortigua el impacto de cualquier movimiento telúrico y que hoy en día es indispensable en toda edificación de esa naturaleza. A pesar de todo lo que se ha dicho y ofrecido sobre el particular, la obra del hospital permanece paralizada con solo el 9% de avance real. Los 80 mil pobladores que a estas alturas debían estar beneficiándose con esta obra, no saben hasta cuándo tendrá que seguir esperando.
Por otra parte, desde el primer día en que empezó a ejecutarse la avenida Costanera, el expediente técnico de la obra ha sido objeto de reiteradas y sucesivas modificaciones, sobre todo presupuestales, tanto así que en este preciso momento es imposible saber qué nivel de avance se encuentra esta publicitada obra que debió concluirse en agosto del año pasado. Lo último que se supo de ella fue el derrumbe de gran parte del muro de protección que cayó por los suelos como un castillo de naipes
Asimismo, mientras el viejo local del emblemático Colegio Politécnico Nacional del Santa se viene cayendo a pedazos, el expediente técnico para la construcción de su nuevo local permanece archivado en las oficinas del gobierno regional de Ancash ante la más absoluta indolencia de sus principales funcionarios. Desde hace más de un año éstos no muestran el menor interés en levantar las observaciones que el INADE ha formulado ¿cuándo no? con relación al expediente técnico.
En la misma situación se encuentra el proyecto de electrificación de once pueblos ubicados en la zona de Lacramarca Baja, que desde hace diez años el gobierno regional de Ancash no puede ejecutar debido a insalvables incongruencias que existen en el expediente técnico.
La relación de obras paralizadas es interminable, pero las que hemos mencionado bastan para aceptar que entre el expediente técnico y la realidad de una obra existe una enorme diferencia, imposible de conducir a un buen entendimiento. Es como hablar dos idiomas diferentes.
Los organismos de control deberían exigir a las unidades ejecutoras, bajo responsabilidad, la correcta elaboración de estos documentos. Detrás de cada expediente mal elaborado, no solamente hay una obra paralizada y millones de soles desperdiciados. También hay miles de pobladores que con justa razón se sienten estafados.