Editorial

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

Audiencia regional:

El mismo día en que celebró sus cinco primeros meses  de gestión al frente del gobierno regional de Ancash, el titular de este organismo, Fabián  Koki Noriega  Brito, ofreció una audiencia pública que tuvo como escenario el auditorio de la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo de la ciudad de  Huaraz. El objetivo de la cita fue  dar a conocer “un informe detallado del estado situacional y una rendición de cuentas respecto a los avances, logros, dificultades y perspectivas de la gestión” según reza una nota informativa  entregada por el ente regional a los medios de prensa.

La audiencia, en efecto, es un protocolo de gestión pública y de fiel cumplimiento, que debe realizarse al menos dos veces al año por mandato de la  Ley 27806, Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Al menos textualmente, la audiencia es un compromiso inalienable que tienen los gobiernos elegidos por voto popular de dar la cara a la población y ensayar una confrontación entre lo que ofrecieron en sus campañas electorales y lo que realmente están haciendo a partir del 1° de enero.

Pero, por lo que hemos escuchado al gobernador Koki Noriega, la audiencia regional no ha satisfecho ni medianamente las expectativas de la población. Ha sido algo así como un saludo a la bandera, solo para cumplir con lo que manda la ley y punto. Las generalidades se han impuesto por encima de las precisiones y los hechos concretos.  El lenguaje empleado, incluyendo las poses, es algo que los ancashinos ya conocemos de memoria, pues lo hemos hasta en cansancio en anteriores ocasiones.

Si confrontamos su palabra con la de sus predecesores, llegamos a la conclusión que en realidad el gobernador Koki Noriega no ha dicho nada nuevo. Ha repetido lo que otros ya lo dijeron en más de una oportunidad. Ha dicho, por ejemplo, que su gestión  ha ”priorizado” la ejecución de treinta mega proyectos “de gran impacto regional”; sin embargo solo se ha referido a tres de ellos. Se trata de las carreteras Yungay-Llanganuco-Yanama, Recuay-Aija-Huarmey y Caraz-Parón.  Pero, valgan verdades, ha obviado mencionar a cuánto asciende el presupuesto de cada una de estas obras y cuándo tiene programado sacarlas a licitación.

La única cifra que se le ha escuchado decir es 372 millones de soles destinados para la construcción de los locales escolares Simón Bolívar y Santa Rosa de Viterbo, ambos de Huaraz, y Micelino Sandoval Torres de Caraz. Para nada fue mencionado el Politécnico Nacional del Santa.

Asimismo, no entendemos por qué y para qué mencionó a  los hospitales Ramos Guardia de Huaraz y La Caleta de Chimbote ya que tampoco habló de plazos y presupuestos. ¿Solo porque lo dicta un papel?

Con relación al infaltable tema de Chinecas, que es un proyecto de legítimo desarrollo regional, el gobernador solo se limitó a mencionarlos y nada más. Repitiendo lo mismo que han dicho todos sus predecesores, finalizó su intervención afirmando ante el aplauso de su portátil que también él va a trabajar  “por las veinte provincias de Ancash”.

Lo que no precisó es si  dicho trabajo significa la ejecución de obras de desarrollo sostenido y de impacto regional o una simple competencia con las municipalidades provinciales y distritales en la ejecución de pistas y veredas.