Editorial

Otro centro de salud en cuidados intensivos

Hospital San Jacinto-Nepeña:

A estas alturas, la construcción del hospital San Jacinto del distrito de Nepeña ya ha debido haberse reiniciado. Justamente con ese propósito, y después de siete meses de paralización, la Municipalidad Distrital de Nepeña, responsable de la obra, y la empresa contratista Corporación Diamante Jubers SAC, encargada de su ejecución, han llegado a un arreglo extrajudicial a través de un arbitraje.

Sin embargo, hasta el día de hoy el reinicio de la obra no puede concretarse debido a la persistencia de una serie de errores de gestión, que podrían considerarse garrafales, y que la Contraloría General de la República se ha visto prácticamente en la obligación de tener que reiterar por quinta vez.

Con toda la logística y todo el soporte que la tecnología ha puesto al servicio de la gestión pública, es realmente imperdonable que estos errores, que ya fueron advertidos en más de una oportunidad, todavía se mantengan como desde el primer día, a tal punto de ser una traba para el reinicio de una obra de servicio público.

Uno de estos errores es el hecho que la municipalidad distrital de Nepeña no haya previsto la contratación del servicio de supervisión de la obra, que es algo elemental y de fiel cumplimiento. No contratar el servicio de supervisión es como iniciar un partido de fútbol sin la presencia de un árbitro; algo que en gestión pública hoy en día es imperativo e ineludible. Ninguna obra que se ejecute con dinero del estado puede prescindir de este servicio.

El otro error, que también creíamos que ya se había superado, se refiere al saneamiento físico y legal del terreno del hospital, el mismo que aún se mantiene con tarjeta roja. Una parte del área, que ha sido donada por la empresa agroindustrial San Jacinto, todavía se mantiene inscrita en Registros Públicos a nombre de esta empresa. Es decir, todavía en un terreno ajeno. Esto es algo que también se advirtió desde un primer momento, no entendiéndose porque el problema tenga que mantenerse habiendo transcurrido tanto tiempo.

Pero eso no es todo. La Contraloría ha puesto los ojos en otro aspecto que tampoco puede pasar por alto. Durante 224 días de paralización, las estructuras semiconstruidas del hospital han estado expuestas a la intemperie, sin la debida protección, existiendo el riesgo de haber sufrido un posible deterioro que puede poner en peligro una inversión que hasta hoy alcanza la suma de S/. 8´078,571.63

Tiempo más que suficiente ha habido para subsanar éstas y otras observaciones, doce en total, que con relación a esta obra la Contraloría General de la República ha formulado en cinco informes de control. No sabemos si la pregunta es ingenua o está fuera de lugar, pero valdría la pena saber ¿Qué hace al respecto el Organismo Supervisor de Contrataciones con el Estado, OSCE?

En todo caso, queda claro que, ni la municipalidad distrital de Nepeña, ni la empresa Corporación Diamante Jubers, han puesto algo de su parte para evitar que estos errores se mantengan hasta la fecha, impidiendo el reinicio de la obra. ¿De qué sirve el arreglo extrajudicial si el Centro de Salud San Jacinto de Nepeña va a continuar en cuidados intensivos?.